Los republicanos y nacionales enterrados en el Valle de los Caídos.-a

Un informe de Patrimonio encargado en 2010 por José Luis Rodríguez Zapatero revela el lamentable estado de las víctimas de Franco y de las estancias de la iglesia: trampillas, habitaciones reformadas sin avisar y restos humanos en paradero desconocido. 


14 marzo, 2018 
 FRANCISCO FRANCO  PATRIMONIO  VALLE DE LOS CAÍDOS  LEY DE MEMORIA HISTÓRICA MEMORIA HISTÓRICA 
Lorena G. Maldonado  Javier Zurro

En el Valle de los Caídos yacen los huesos de 33.847 españoles. 12.410 son personas desconocidas, gran parte de ellas, republicanas y víctimas del franquismo. El mauseoleo del dictador acoge miles de cadáveres sin haber recibido nunca el permiso de sus familias, lo que le ha valido el bautizo de ser “la mayor fosa común de España”. La cruz de 150 metros de altura y brazos de 24 metros cuida a Francisco Franco, quien ordenó su construcción, junto a José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange: ambos subrayan la simbología totalitaria del monumento, que fue diseñado para honrar a los que cayeron luchando en lo que ellos llamaron su “gloriosa cruzada”.

Los columbarios están detrás de las dos grandes capillas del Santísimo y del Sepulcro, y de las seis laterales de la Virgen ubicadas en la nave. No hay separación por bandos. La Memoria Histórica nunca se ha oxigenado: el bando nacional y el republicano forman un cadáver colectivo indisoluble. Los monjes benedictinos de la Abadía son los responsables de conservar los cadáveres y fosas del Valle de los Caídos desde 1958, por orden de Franco. Su dudosa gestión ya se intuyó a principios de este mes de marzo, cuando el abad se negó a comparecer en el Senado para explicar su negativa a permitir ocho exhumaciones: el juez había ordenado la exhumación de los hermanos Lapeña, pero el prior alegó que las criptas están en tan mal estado que podrían dañarse otros restos humanos. Apeló al “respeto a las familias” que, según dice, han pedido que no se “profanen” las fosas.
Tal y como informan Cadena Ser y eldiario.es, fue el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero quien ordenó, en 2010, la elaboración de un informe que recogiese el estado de conservación de las fosas y de los huesos. Los técnicos concluyeron que el cuidado había sido “lamentable” y que había restos cambiados de sitio, amén de zonas renovadas sin aviso. Los huesos se acumulan unos sobre otros, la humedad se come los columbarios y no existe organización de los cadáveres ni ningún orden que pueda acabar propiciando un enterramiento digno.

Trampillas, cráneos y reformas (sin avisar)

Los técnicos, que empezaron a estudiar el interior de la iglesia en mayo de 2010, han desgajado y descrito la situación de cada una de las ocho criptas. Es importante la apreciación que hacen los expertos de la capilla del Santísimo, donde además de encontrar “humedades en las paredes y techos”, habitaciones cerradas y extrañas trampillas que llevan a otro nivel de enterramientos, hallaron “una habitación, perfectamente tabicada, con aspecto de haber sido rehabilitada hace poco tiempo”. En ese cuarto no habría ningún resto óseo y el informe subraya en que se desconoce el paradero de esos cadáveres.
De la Capilla el Santísimo destaca su tercer nivel, donde se aprecia material óseo suelto y amontonado: “Se aprecian múltiples restos, completamente desordenados y fuera de los columbarios”. En el quinto nivel se aprecia acumulación de huesos “sin que exista una clasificación u ordenación mínimanente clara”. La situación del cuarto nivel es caótica, ya que no se pueden visualizar el resto del nivel por el amontonamiento de restos de otros niveles. “Se desconoce el alcance real del número de restos introducidos en este nivel”.

Sin datos de identificación

En cuanto a la Capilla del Sepulcro, la situación es parecida: en el primer nivel de la Capilla se aprecia un columbario con “múltiples huesos en su interior (incontables)” y “no se puede apreciar algún dato de identificación”. El columbario está roto y deformado, saliendo al exterior su contenido. En el contiguo, se aprecia también el mal estado de conservación. También se aprecia que no existe división entre los mismos se ve al menos “dos cráneos y una pelvis” sin rótulos identificativos.
En ese mismo nivel se ve “el almacenamiento de los columbarios de una forma descontrolada, encontrándose unos sobre otros”.


En una trampilla de la capilla candada, se encuentran un fémur y una tibia que se dejan en la misma posición. Encima de esa trampilla se visualiza un cráneo y huesos largos no demasiado deteriorados. Estos niveles no pudieron ser abiertos por estar clausurados con hormigón. En la primera capilla se aprecian 10.500 restos, mientras que en la segunda 18.301.


Nota

En Cuelgamuros hay 33.833 cadáveres, 12.410 de personas desconocidas, trasladados desde casi todas las provincias de España. Son los otros muertos del Valle de los Caídos. 
El mausoleo  acoge los restos del fundador de Falange Española, José Antonio Primo de Rivera. Y los  los columbarios, un caótico cúmulo de restos humanos que dificulta la exhumación de estas miles de víctimas de la guerra civil.
De provincia de Madrid hay 4.083 muertos cerca de Franco. Le siguen Tarragona con 3.902 y Zaragoza con 3.691. Luego hay 2.346 de Teruel y más de mil de Asturias, Lleida y Castellón. El mapa arroja un dato llamativo: apenas 466 cadáveres trasladados desde Andalucía, la región que acumula un mayor número de desaparecidos forzados y fosas comunes generadas por guerra civil. En Extremadura, con apenas 127.
No constan registros de entrada desde Ourense, Pontevedra ni Santa Cruz de Tenerife. Y solo 157 de los cuerpos registrados son mujeres, según la asociación Innovation and Human Rights (IHR), que ha analizado los datos de procedencia de las 20.324 personas identificadas cuyos restos fueron llevados al Valle de Cuelgamuros. Los nombres quedaron documentados en los libros de registros de la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, con ingresos anotados desde el 17 de marzo de 1959 al 3 de julio de 1983.

En 1959 fueron trasladados un total de 11.329 cadáveres. Fue el año de más actividad en las fosas. Doce meses después había otros 2.502 más y luego otros 6.608 en 1961. El teórico desarrollismo económico del país en la década de los 60 llenó algunas arcas y también el mayor osario de la guerra civil. El cementerio del Valle de los Caídos continuó acogiendo restos humanos hasta 1983.
¿Pero son esas las cifras? ¿Cuántos miles de cadáveres hay además de Primo de Rivera?

La Abadía "admite desconocer el número exacto de restos" transportados a los panteones, subrayan desde Innovation and Human Rights. Esto dice la comunidad benedictina en su propia página web: "Conforme a la finalidad del monumento, en total hay enterrados en la Basílica más de 33.700 caídos de ambos bandos según el registro (o más de 50.000, según otras estimaciones probables), procedentes de toda España".
"Muchos están perfectamente identificados de forma personal y otros vinieron de fosas comunes, lo cual dificultó en su momento también su perfecta contabilización", indica la Abadía. Y apunta: "No hay separación por bandos, sino que están unos y otros entremezclados". Los cuerpos están repartidos "por detrás de las dos grandes capillas del Santísimo y del Sepulcro (ambas a los lados del crucero) y de las seis también laterales de la Virgen (en la nave de entrada)".
Además de esto "llama la atención la desigualdad entre las diversas zonas del territorio español". Casi siete de cada diez muertos identificados procedían de Madrid (20%), Tarragona (19%), Zaragoza (18%) y Teruel (12%). Los cadáveres transportados desde la provincia madrileña equivalen "a setenta autocares llenos", ejemplifican desde IHR. Y muchas de las personas ahí sepultadas lo fueron "sin el consentimiento e incluso sin el conocimiento de las familias de las víctimas, de ambos bandos, especialmente el republicano", explican.

El futuro de Cuelgamuros

El proyecto Innovation and Human Rights cuenta con una base de datos centralizada de víctimas de la guerra civil y el franquismo que suma más de "252.000 registros y en otoño habrá un incremento grande", según la presidenta de la asociación, Concha Catalán. 
El proyecto cuenta con un buscador por nombres y referencias documentales de numerosos fondos documentales e investigaciones. Caso de listados de Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores, de la reparación jurídica de víctimas del franquismo en Catalunya o de mujeres asesinadas en Aragón. O sobre quién más hay en el Valle de los Caídos.

En plena polémica por la futura apertura de la tumba de Franco, las familias de los muertos que no están enterrados con honores en el conjunto monumental excavado en la roca no saben si podrán alguna vez recuperar a los suyos. Ahí está el caso de los hermanos Lapeña y la "esperanza" de los pioneros del Valle. El paso del tiempo, la humedad y el deterioro de la piedra, el proceso paulatino de deterioro, deja muchas de las fosas en un estado irresoluble.
El decreto de construcción del 1 de abril de 1940 describe el futuro mausoleo como "el templo grandioso de nuestros muertos" para rogar "por los que cayeron en el camino de dios y la patria". 
El futuro del mausoleo fascista, tratado por una comisión de expertos en 2011, sigue sobre la mesa. Los Museos de la Memoria latinoamericanos son un ejemplo, en algunos casos resignificando sitios vinculados al terrorismo de Estado. Para Cuelgamuros es más compleja esta solución. "Difícilmente se puede convertir en un lugar de reencuentro y de concordia", decía el presidente Pedro Sánchez en una entrevista para eldiario.es y confirmaba esta semana dese Bolivia. Queda por ver qué ocurre con los otros muertos del Valle de los Caídos.

Comentarios

  1. Descanse en paz. en su monumento; recuerdo de la violencia que afecto a la vieja España, en la primer tercio del siglo XX.

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