La edad de la inocencia (Vestuario) a.-


Esteban Aguilar Orellana ; Giovani Barbatos Epple.; Ismael Barrenechea Samaniego ; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; -Rafael Díaz del Río Martí ; Alfredo Francisco Eloy Barra ; Rodrigo Farias Picon; Anllela Hormazabal Moya ; Patricio Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda; Jaime Jamet Rojas ; Gustavo Morales Guajardo ; Francisco Moreno Gallardo ; Boris Ormeño Rojas; José Oyarzún Villa ; Rodrigo Palacios Marambio; Demetrio Protopsaltis Palma ; Cristian Quezada Moreno ; Edison Reyes Aramburu ; Rodrigo Rivera Hernández; Jorge Rojas Bustos ; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba ; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala ; Marcelo Yañez Garin; Ana Karina Gonzalez Huenchuñir; Alamiro Fernandez Acevedo; Francia Carolina Vera Valdes; Tatiana Flor Maulén Escobar; Raúl Meza Rodríguez; 

La edad de la inocencia




(en inglés, The Age of Innocence) es una adaptación cinematográfica de 1993 de la novela homónima escrita por Edith Wharton en 1920, dirigida por Martin Scorsese, protagonizada por Daniel Day-Lewis, Michelle Pfeiffer y Winona Ryder y realizada por Columbia Pictures.
La película ganó el Oscar al Mejor Diseño de Vestuario y fue nominada al Oscar a la Mejor Actriz de Reparto (Winona Ryder), Mejor Guión Adaptado, Mejor Música Original y Mejor Dirección de Arte. Su eslogan promocional fue: "En un mundo de hipocresía y traición, ellos se atrevieron a romper las normas."



Argumento

La película se desarrolla en la Nueva York de la década de 1870, en un ambiente aristocrático donde todos los personajes están relacionados por parentesco y normados por reglas sociales estrictas. Newland Archer (Daniel Day-Lewis) es un joven abogado descendiente de una ilustre dinastía que está prometido con la ingenua, pero buenamoza May Welland (Winona Ryder), una joven miembro de una de las familias más importantes y acaudaladas de los Estados Unidos y que fue educada para aprender a controlar sus sentimientos y a realizar los actos que su entorno social espera de ella. Todo cambiará cuando regresa a la ciudad la prima de ésta, la ahora condesa Ellen Olenska (Michelle Pfeiffer), que acaba de abandonar Europa dejando a su infiel y abusivo esposo, para refugiarse con su familia paterna de Nueva York, los Mingott.

La condesa Ellen Olenska, a quien se describe como una mujer fatal, de espíritu libre, ansiosa de disfrutar de la vida y hastiada de los convencionalismos del alto círculo social al cual pertenece, ha regresado a Nueva York. Busca el consuelo y apoyo de su familia, en especial de su abuela, Manson Mingott (Miriam Margolyes), a la que se considera la matriarca de Nueva York por encontrarse relacionadas con su familia todas las demás familias importantes de la ciudad, sea por sangre o por matrimonio. Las cualidades de la condesa Olenska atraen inmediatamente a Newland Archer, enamorándose perdidamente de ella, pero intentado disimular sus sentimientos para no ser descubierto en su posición de casado.

Ellen, cansada de su mal matrimonio y de haber "vagado" por toda Europa desde su niñez junto a sus padres hasta casarse con el Conde Olenski, decide volver a América para establecerse y solicitar el divorcio. No obstante, la familia trata de evitar el escándalo de un divorcio y la disuaden con gran disimulo y delicadeza para que elija entre retornar a Europa junto a su esposo o vivir cohibida, de acuerdo con las asfixiantes reglas sociales establecidas en su mundo. Olenska acepta esta última opción, en gran medida, para que el escándalo no perjudique a Newland y a su prima May. A pesar del cariño que le profesa a May, Ellen no puede evitar ser atraída a Newland Archer, quien ha sido el único que ha mostrado una verdadera disposición a apoyarla y ayudarla. Archer en la intimidad sufre intensamente por el amor que siente hacia Olenska.

Por otra parte, luego de mucho insistir a la familia y con el apoyo de la abuela Mingott y de la propia Ellen, Newland consigue que los padres de May cedan y que el matrimonio (por conveniencia) se celebre antes de los dos años de compromiso acostumbrados en la época. Todo esto sucede justamente en el momento en que acepta en su mente y en su corazón que está enamorado profundamente de Ellen. Archer se declara a Ellen; pero esta a pesar de corresponder a sus sentimientos no da ninguna oportunidad de establecer una relación con Archer debido a su experiencia personal. Archer parece no resignarse a su destino y sigue manteniendo su matrimonio con May.

Una vez casados, Newland y May se van a Europa de luna de miel durante casi dos años. Durante ese tiempo, Newland se dedica a tratar de olvidar a Ellen, mientras va descubriendo que su esposa no es la niña ingenua que él pensaba, sino una mujer sagaz, calculadora y sutilmente manipuladora, escondida detrás de un hermoso rostro y angelical sonrisa.

Cuando regresan a los Estados Unidos, Newland piensa que ya ha dejado de amarla. Sin embargo, en una escena determinante de la película, mientras visitan a la abuela en la casa de veraneo, le envían a buscar a Ellen a la playa y cuando la ve toma una decisión: si ella se vuelve hacia él antes de que un velero pasara frente a un faro, iría a buscarla y lo dejaría todo por ella. Pero Ellen no se vuelve, así que decide continuar su vida al lado de May, llevando una carga que cada día se va haciendo más pesada y asfixiante para él. Archer intenta develar sus sentimientos a May, pero ella frena cada intento que realiza con diferentes argumentos. Pasan varios meses de encuentros y desencuentros, en los cuales los recuerdos siguen acosando a Newland, hasta que decide que ya no puede más y le pide a Ellen que sea su amante, en un mensaje con la llave de un lugar donde encontrarse, pero ya es muy tarde, Ellen ha decidido volver a Europa a vivir sola y le ha devuelto la carta a Newland sin siquiera leerla. Sin embargo, en la cena de despedida que le ofrecen a Ellen en su propia casa, Newland descubre toda la verdad: May lo había orquestado todo cuidadosamente para evitar que Newland la abandonara por Ellen, pues luego de marcharse los invitados, Newland planea informar a May que se irá a Europa, May se le adelanta y le dice que está embarazada, y que se lo ha contado a Olenska dos semanas atrás; se infiere así que esta sorpresiva noticia ha precipitado la decisión de Olenska para irse a Europa y Newland Archer, quien en su fuero interno siempre criticó todas las costumbres, pero era incapaz de desafiarlas, decide afrontar el embarazo de su joven esposa y renuncia a la felicidad junto a Ellen Olenska.













En una sola escena se describen 26 años de vida matrimonial, contando cómo Newland aprendió a vivir con el destino que ha elegido, cumpliendo con todos los deberes sociales que se esperaban de ellos como miembros distinguidos de la aristrocracia neoyorkina de esa época; May muere de pulmonía, contraída al cuidar del menor de sus tres hijos, y poco después de este acontecimiento, en un viaje que Archer realiza a París con su hijo mayor, Ted, éste le revela que un día antes de morir, su madre le dijo cómo siempre podría contar con su padre, porque a pesar de amar a su prima Ellen, al informarle de su embarazo, su padre puso de lado sus propios deseos de marcharse a Europa y se quedó a su lado cumpliendo sus obligaciones de esposo y padre.

Ted ha concertado una visita a la condesa Olenska, que vive sola en París y, ante la perspectiva de volver a ver a su amante, Newland vacila y pide a su hijo entrar solo en la casa de Olenska. En ese instante se proyectan en la mente de Newland los recuerdos más gratos de los momentos pasados con Olenska 26 años antes, y en su mente, al pasar el velero frente al faro, ella se vuelve y sonríe, pero al abrir los ojos, recuerda que la realidad es distinta y medita que ya es muy tarde para ellos dos, incapaz, una vez más, de desafiar a una sociedad que ahora es en apariencia, muy distinta a la de entonces y por miedo a escandalizar a una nueva generación que desconoce este mundo de intrigas de sus padres.

Sublime Scorsese

La década de los 90 supuso el auge y consagración total del cine made in Hollywood. Gracias a la ya perdida cultura de videoclub que englobó a todo el mundo e hizo llegar a todo hogar todos aquellos films que estaban cosechando éxitos al otro lado del charco, la consagración de muchos directores llegó a su culmen dentro de este contexto. Martin Scorsese, uno de los realizadores más influyentes de su generación, adapta la novela de Edith Warthon, galardonada en 1920 con el premio Pulitzer, acerca de la sociedad neoyorkina de finales del XIX, haciendo un retrato de la clase alta partiendo de la base del tan utilizado y eficaz recurso cinematográfico: el triángulo amoroso.
Protagonizada por Daniel Day-Lewis, Michelle Pfeiffer y Winona Ryder, en los papeles del noble William Archer, la Condesa Olenska y May Welland, respectivamente, La Edad de la Inocencia no es la típica historia de amor imposible entre dos personajes debido al compromiso de uno de ellos, sino que se trata del cruel retrato de las relaciones de la alta sociedad de finales del XIX en la que la hipocresía hace gala en cada aspecto de la vida que Scorsese trata a la perfección.

Reflejando la ideología de la época, el director implanta su propio sello en cada secuencia por medio de largos travellings que nos sitúan en escena y nos describen el mundo en que viven los protagonistas, demostrando así que no estamos ante un film de época convencional. Con un cierto aire a 'Las Amistades Peligrosas' de Stephen Frears, el espectador se sumerge en los bajos fondos que suponen los sentimientos de una nobleza ligada a las apariencias a través de una excelente puesta en escena (que supuso el Premio Oscar al mejor Diseño Vestuario, llevado a cabo por Gabriella Pescucci) en la que el meticuloso director hace hincapié y se desliga un tanto de aquellos clichés que le han situado en el alto podio de los directores estrella: el machismo, la violencia y la culpa, cambiándolos por la ambición, la traición, el deseo y la codicia.

Vestido blanco de tiro con arco 




Conjuntos de fiesta de compromiso







Vestido de día con estampado pálido 




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