Curiosa la lista realizada por Visual Capitalist sobre el valor de mercado de los coches oficiales de distintos líderes del mundo. De esta relación sorprenden algunos datos, como que el Cadillac del presidente de EEUU, Donald Trump, es el más caro de todos, o que el Rolls-Royce de Felipe VI figura también en la parte alta.
El coche oficial es, por un lado, la carta de presentación de un líder frente al mundo y, por el otro, tiene la misión añadida de garantizar la seguridad del pasajero. Es por ello que estos vehículos acostumbran a tener precios fuera de mercado. La marca favorita por la mayoría de ellos es Mercedes-Benz.
El Rolls-Royce Phantom IV negro fue un encargo del Jefe de Estado Español Francisco Franco al fabricante británico en 1952. Este modelo se diseñó para miembros de la realeza y jefes de Estado y solamente se fabricaron a mano 18 unidades que se distinguen por su estatuilla sobre el radiador. En lugar de estar de pie, se encuentra inclinada de rodillas, en honor a sus pasajeros. La primera se entregó en 1950 a la entonces princesa Isabel de Inglaterra y al duque de Edimburgo. Franco compro tres unidades, que hoy pertenecen a Patrimonio Nacional.
El primero de los Rolls-Royce Phantom IV de Franco, con chasis 4AF14, cuenta con cinco plazas y se usa habitualmente para las visitas oficiales de Estado. La segunda unidad, (chasis 4AF16), tiene siete plazas e incluía un blindaje especial. La última (con chasis AF4AF18) es el Rolls-Royce Phantom IV versión descapotable. Se estrenó para el desfile de la victoria el 18 de julio de 1952 y fue la que llevó a los nuevos reyes por las calles de Madrid… y el día de su boda en 2004, cuando aún eran príncipes de asturias. Entonces su matrícula era azul, relacionado con la bandera de Asturias, y el día 19 de junio de 2014 cambió al rojo, el color de la monarquía española.
El coche costó entonces 8.500 libras (246.654 libras actuales, lo que supone que, a día de hoy no bajaría de los 308.376 euros, según El Periódico). A ese precio habría que añadir todas las mejoras y modificaciones que se le han realizado… que no son pocas.
Para cumplir con los estándares de seguridad esta unidad fue modificada para la boda de los Príncipes de Asturias. Hubo que cambiar la capota original para poder acoplar una pérgola blindada, al estilo de los papa móvil. Por eso vimos primero a Felipe VI con un coche cubierto y tras su paso por las Cortes, ya con él descapotado. La transformación duró varios meses y se calcula que pudo costar 360.000 euros, con lo que el precio final se dispara.
Desde luego, se trata de un coche especial. Cuenta con un motor de 5.675 cc de ocho cilíndros en línea, diseñado para recorrer largas distancias a velocidad reducida, como la ceremonia de coronación de Felipe VI, realizada al paso de la Guardia Real a caballo. Su potencia es un misterio ya que el fabricante no la revela, pero se calcula que cuenta con 160 CV y podría alcanzar 170 km/h. Su consumo urbano es de 23,2 litros/100 km. Alto, desde luego, pero se trata de un coche de 5,7 metros de largo y 1,95 metros de ancho. El peso debe ser muy alto también, sobre todo con los blindajes que incorpora.
El Rolls-Royce Phantom IV negro fue un encargo del Jefe de Estado Español Francisco Franco al fabricante británico en 1952. Este modelo se diseñó para miembros de la realeza y jefes de Estado y solamente se fabricaron a mano 18 unidades que se distinguen por su estatuilla sobre el radiador. En lugar de estar de pie, se encuentra inclinada de rodillas, en honor a sus pasajeros. La primera se entregó en 1950 a la entonces princesa Isabel de Inglaterra y al duque de Edimburgo. Franco compro tres unidades, que hoy pertenecen a Patrimonio Nacional.
El primero de los Rolls-Royce Phantom IV de Franco, con chasis 4AF14, cuenta con cinco plazas y se usa habitualmente para las visitas oficiales de Estado. La segunda unidad, (chasis 4AF16), tiene siete plazas e incluía un blindaje especial. La última (con chasis AF4AF18) es el Rolls-Royce Phantom IV versión descapotable. Se estrenó para el desfile de la victoria el 18 de julio de 1952 y fue la que llevó a los nuevos reyes por las calles de Madrid… y el día de su boda en 2004, cuando aún eran príncipes de asturias. Entonces su matrícula era azul, relacionado con la bandera de Asturias, y el día 19 de junio de 2014 cambió al rojo, el color de la monarquía española.
El coche costó entonces 8.500 libras (246.654 libras actuales, lo que supone que, a día de hoy no bajaría de los 308.376 euros, según El Periódico). A ese precio habría que añadir todas las mejoras y modificaciones que se le han realizado… que no son pocas.
Para cumplir con los estándares de seguridad esta unidad fue modificada para la boda de los Príncipes de Asturias. Hubo que cambiar la capota original para poder acoplar una pérgola blindada, al estilo de los papa móvil. Por eso vimos primero a Felipe VI con un coche cubierto y tras su paso por las Cortes, ya con él descapotado. La transformación duró varios meses y se calcula que pudo costar 360.000 euros, con lo que el precio final se dispara.
Desde luego, se trata de un coche especial. Cuenta con un motor de 5.675 cc de ocho cilíndros en línea, diseñado para recorrer largas distancias a velocidad reducida, como la ceremonia de coronación de Felipe VI, realizada al paso de la Guardia Real a caballo. Su potencia es un misterio ya que el fabricante no la revela, pero se calcula que cuenta con 160 CV y podría alcanzar 170 km/h. Su consumo urbano es de 23,2 litros/100 km. Alto, desde luego, pero se trata de un coche de 5,7 metros de largo y 1,95 metros de ancho. El peso debe ser muy alto también, sobre todo con los blindajes que incorpora.
La Bestia
En lo más alto de la lista figura el Cadillac One de Trump, apodado La Bestia. Está totalmente blindado e incluye armas, gas lacrimógeno, ruedas antipinchazos y botiquín para emergencias. Sus puertas, a prueba de balas, pesan tanto como las de un Boeing 757. Su precio estimado ronda el millón y medio de dólares (1,3 millones de euros, aproximadamente).
coches oficiales
El precio de los coches oficiales de los líderes políticos del mundo (en dólares)
La mitad es el valor que tiene el Hongqi L5 del presidente chino, Xi Jinping, mientras que el precio del histórico Rolls-Royce Phantom IV, utilizado por Felipe VI, ascendería a 645.000 euros. Por detrás, el Bentley Arnage de la reina Isabel II (260.000 euros); el Mercedes-Benz S600 de la canciller, Angela Merkel (170.000 euros), y el Aurus Senat del presidente ruso, Vladímir Putin (140.000 euros).
Sobre el Rolls-Royce, hay que señalar que pertenece a Patrimonio Nacional y es uno de los tres Phantom IV que Francisco Franco adquirió para la Jefatura del Estado en 1952. Es un modelo que fue diseñado exclusivamente para miembros de la realeza y jefes de Estado y solo se fabricaron 18 ejemplares. El primero de ellos fue entregado por Rolls-Royce en 1950 a la entonces princesa Isabel de Inglaterra y al duque de Edimburgo.
El común de los mortales, sin embargo, tendría menos dificultades para comprar un vehículo como el histórico Mercedes-Benz 600 Landaulet (36.000 euros) utilizado por el líder norcoreano Kim Jong-un; el Lancia Thesis del presidente italiano, Sergio Mattarella (28.500 euros), y el DS 7 del presidente francés, Emmanuel Macron (27.000 euros).
Completa la lista el histórico Renault 4, de 1984, utilizado por el papa Francisco, cuyo precio rondaría los 3.000 euros.
un auto con estilo, que fue comprado para el generalísimo Francisco Franco, símbolo de un jefe de Estado de España
ResponderEliminar