La Orden de la Victoria de URSS.-a




 (en ruso: Орден "Победа", Orden "Pobeda") era la más alta condecoración militar de la Unión Soviética y una de las más escasas del mundo. La orden era entregada por "una exitosa operación en el marco de uno o varios frentes que tenga como resultado un cambio a favor del Ejército Rojo".

Historia

La orden fue propuesta por el coronel N. S. Neyelov, quien servía en los cuarteles generales del Ejército Rojo alrededor de junio de 1943. El nombre sugerido por el coronel fue Orden de la Fidelidad a la Madre Patria. Sin embargo se le dio el nombre actual a finales de octubre de aquel año, y finalmente adoptada el 8 de noviembre de 1943. La primera vez que se otorgó fue el 10 de abril de 1944 a Aleksandr Vasilevski y Gueorgui Zhúkov. Cada una de ellas fue otorgada a lo largo de la Segunda Guerra Mundial, salvo a Leonid Brézhnev, que fue condecorado en 1978. También fue otorgada a los máximos comandantes de las Fuerzas Aliadas.

La Insignia

La insignia de la Orden estaba confeccionada de platino, con la forma de estrella de cinco brazos de 72 mm de diámetro. La estrella estaba decorada por 150 diamantes que en total pesaban 3,2 gramos, mientras que los brazos de la estrella estaba hecha de rubíes. En el centro había un medallón de esmalte azul, con la imagen de la muralla del Kremlin de Moscú, el mausoleo de Lenin y la torre Spásskaya en oro, rodeada por cintas de trigo también de oro. Las siglas "СССР" ("URSS") aparecen en la zona superior, mientras que las de "Победа" (Pobeda, "Victoria") en la parte de abajo. Cada una era confeccionada por un joyero, y el creador de su diseño es desconocido, aunque Stalin lo aprobó el 20 de octubre de 1943.


La cinta de la Orden está formada por la combinación del diseño de las cintas de varias órdenes soviéticas. Estas son, de fuera hacia dentro:

Orden de la Gloria (Орден Славы): naranja con una franja negra en el centro.
Orden de Bogdan Jmelnytsky (Орден Богдана Хмельницкого): azul celeste.
Orden de Alejandro Nevski (Орден Александра Невского): granate.
Orden de Kutúzov (Орден Кутузова): azul oscuro.
Orden de Suvórov (Орден Суворова): verde.
Orden de Lenin (Орден Ленина): rojo (sección central).


Гео́ргий Константи́нович Жу́ков

Gueorgui Konstantínovich Zhúkov  (1 de diciembre de 1896 - 18 de junio de 1974) fue un político, militar y mariscal de la Unión Soviética, considerado uno de los comandantes más destacados de la Segunda Guerra Mundial.

Conocido por vencer a los japoneses en 1939 durante la batalla de Jaljin Gol y durante la Segunda Guerra Mundial por sus triunfos contra los alemanes en las batallas de Moscú, Stalingrado, Leningrado, Kursk, en la Operación Bagratión y en la toma de Berlín.
Nacido en una familia de campesinos en Strelkovka, uyezd de Maloyaroslavets, Gobernación de Kaluga (ahora óblast de Kaluga, raión de Zhúkov), Zhúkov se inició como aprendiz para trabajar en Moscú y en 1915 ingresó en la Academia de oficiales de caballería por sus méritos al no ser hijo de aristócratas. Allí fue llamado a filas cuando estalló la Primera Guerra Mundial, en la que sirvió como soldado en un regimiento. Durante la guerra, Zhúkov fue condecorado dos veces con la Orden de San Jorge y ascendido a suboficial por su valor en batalla. Se unió al Partido Bolchevique tras la Revolución de Octubre y sus antecedentes de pobreza se convirtieron en un recurso político. Tras recuperarse del tifus, luchó en la guerra civil rusa de 1918 a 1920 y recibió la Orden de la Bandera Roja por reducir una rebelión blanca incitada por campesinos.
Para 1923, Zhúkov fue nombrado comandante de un regimiento y, en 1930, de una brigada. Fue un entusiasta postulador de la nueva teoría de la guerra blindada y conocido por su detallada planificación, ruda disciplina y rigor. Sobrevivió a la Gran Purga del Ejército Rojo de Stalin en 1937-39.

Extremo Oriente

En 1938, Zhúkov se dirigió a asumir el mando del Primer Grupo del Ejército Soviético Mongol y combatió contra el Ejército Guandong de Japón en la frontera entre Mongolia y el territorio de Manchukuo, controlado por los japoneses, en una guerra no declarada que duró desde 1938 hasta 1939.
Lo que comenzó como una escaramuza fronteriza de rutina —los japoneses pusieron a prueba la resolución de los soviéticos por defender su territorio—, desencadenó rápidamente en una guerra a gran escala: los japoneses hicieron presión con 80 000 soldados, 180 carros de combate y 450 aviones. Esto llevó a la decisiva batalla de Jaljin Gol. Zhúkov solicitó mayores refuerzos y el 15 de agosto de 1939 ordenó lo que parecía en principio un ataque convencional frontal. Sin embargo, Zhúkov había retenido a dos brigadas de tanques que, en una maniobra osada y exitosa, ordenó avanzar alrededor de ambos flancos de la batalla, siguiendo la táctica de «guerra móvil». Apoyado por la artillería motorizada y la infantería, los dos grupos móviles de batalla rodearon al 6.º Ejército japonés y capturaron sus vulnerables áreas de suministro. En pocos días, las tropas japonesas fueron derrotadas y debieron retroceder a sus antiguas posiciones.
Por esta operación, Zhúkov recibió el título de héroe de la Unión Soviética. Fuera de la Unión Soviética, sin embargo, esta batalla sigue siendo poco conocida, ya que en esa época había comenzado la Segunda Guerra Mundial y Stalin (pese a la victoria) no aprobaba que Zhúkov usara tácticas promovidas por el recién purgado mariscal Mijaíl Tujachevski. El uso pionero de Zhúkov de columnas móviles blindadas fue ignorado fuera de la URSS y, en consecuencia, la blitzkrieg alemana llegó como una gran sorpresa en la batalla de Francia, en 1940.
Ascendido a general en 1940, Zhúkov fue por poco tiempo (de enero a julio de 1941) jefe del Estado Mayor del Ejército Rojo. Debido a desacuerdos con Stalin fue reemplazado por el mariscal Borís Sháposhnikov (que fue reemplazado a su vez por Aleksandr Vasilevski en 1942).

Segunda Guerra Mundial

Tras la invasión alemana de la Unión Soviética en junio de 1941 (Gran Guerra Patria), Zhúkov fue temerario en sus críticas directas de Stalin y otros comandantes, cuestionando las ineficaces medidas defensivas tomadas hasta entonces por el mariscal Semión Budionni, y criticando que este exigiera una «defensa estática» en Kiev y rehusara permiso para que las tropas soviéticas pudieran retirarse de modo ordenado antes de ser cercadas por los alemanes, como sucedió en efecto en el mes de septiembre. Como consecuencia, Zhúkov dimitió del cargo de jefe de Estado Mayor y fue enviado al distrito militar de Leningrado para organizar la defensa de la ciudad. Frenó el avance alemán en las afueras del sur de Leningrado en el otoño de 1941.

En octubre de 1941, cuando los alemanes se acercaban a Moscú, Zhúkov reemplazó a Semión Timoshenko en el mando del frente occidental y fue asignado a dirigir la defensa de la ciudad. Dirigió también la transferencia de tropas desde Extremo Oriente hacia el frente de Moscú, donde una gran parte de las fuerzas terrestres soviéticas estaban estacionadas el día de la invasión de Hitler. Una exitosa contraofensiva soviética a inicios de diciembre de 1941 hizo retroceder a los alemanes, dejando a las tropas de la Wehrmacht fuera del alcance de la capital soviética. La proeza logística de Zhúkov es considerada por algunos su más grande logro militar, precisamente por la dificultad de la tarea; para entonces Zhúkov ya practicaba decididamente las tácticas de «guerra móvil» planteadas por el ejecutado mariscal Mijaíl Tujachevski, las cuales Zhúkov ya había empleado contra los japoneses en 1939.

En 1942, Zhúkov fue ascendido a comandante en jefe asistente y enviado al frente del suroeste para estar a cargo de la defensa de Stalingrado. Bajo el mando total de Aleksandr Vasilevski, organizó a la distancia la captura del 6.º Ejército Alemán en 1942, con el costo de quizá un millón de muertos entre soviéticos y alemanes. Durante la Operación Urano, Zhúkov pasó la mayor parte del tiempo personalmente en los infructuosos ataques en las direcciones de Rzhev, Sychovka y Viazma, conocido como la «Picadora de Carne de Rzhev» (Ржевская мясорубка) que no aportaron ganancias decisivas ni duraderas para los soviéticos. Según Zhúkov, se trataba de una distracción para que los alemanes no pudieran reforzar al VI Ejército; no obstante, reclamó el éxito en Stalingrado como suyo, lo que no le correspondía, ya que el mérito le correspondía al mariscal Aleksandr Vasilevski, planificador y ejecutor de la Operación Urano, y al general Konstantín Rokossovski, provocando que Stalin firmara la orden sobre el comportamiento impropio de Zhúkov:


Contrario a los reclamos de Zhúkov, no tiene ninguna relación con los planes de liquidación del grupo de tropas alemanas de Stalingrado; se sabe que el plan se desarrolló e inició para ser implementado en el invierno de 1942, cuando Zhúkov estaba con otro frente, lejos de Stalingrado.

En enero de 1943, Zhúkov orquestó la primera ruptura del bloqueo alemán de Leningrado para aliviar la presión alemana sobre la ciudad. También fue coordinador de la Stavka en la batalla de Kursk en julio de 1943, jugando un rol central en la planificación de la batalla defensiva soviética y las enormemente exitosas operaciones ofensivas que la siguieron, si bien su papel fue menor en comparación con el de Vasilevski. Kursk representó la primera gran derrota de la blitzkrieg alemana en tiempo de verano, y además tuvo suficientes alcances como para ser considerada una batalla al menos igual de decisiva de la de Stalingrado, lo cual permitió el posterior cruce exitoso del Dniéper en agosto y septiembre del mismo año.

Después del fracaso del mariscal Kliment Voroshílov, levantó con éxito el asedio de Leningrado en enero de 1944. Luego Zhúkov lideró la Operación Bagratión, la masiva contraofensiva soviética del verano de 1944, que finalmente acabó con la mayoría de las fuerzas del Tercer Reich aún ocupando territorio soviético, causando a la Wehrmacht más bajas que en Stalingrado. Para esas fechas, Zhúkov ya disfrutaba de un avanzado prestigio ante Iósif Stalin, y lograba sostener muy bien su opinión en discusiones frente al líder soviético sobre cuestiones de táctica militar. En ello, Zhúkov logró defender sus puntos de vista y no permitió que las consideraciones políticas condicionaran sus estrategias, aunque siempre mantuvo una posición de empatía y no de oposición hacia Stalin.
La Operación Bagratión, dirigida por Zhúkov, fue el punto de partida a partir del cual el Ejército Rojo realizó el asalto final sobre el Ejército alemán en 1945. Zhúkov tuvo a su cargo el 1.º Frente Bielorruso y con él avanzó por el norte de Polonia y entró en Alemania en marzo de 1945. Al mando de esta fuerza, Zhúkov participó decisivamente en la captura de Berlín del 22 de abril al 2 de mayo. La noche del 8 al 9 de mayo de 1945, el mariscal alemán Wilhelm Keitel firmó ante él el acta de rendición oficial de la Alemania nazi.

Actividad de posguerra

Como el comandante militar soviético más prominente de la guerra, Zhúkov comandó el desfile de la victoria en la Plaza Roja de Moscú en 1945, sobre un simbólico caballo blanco.

El general estadounidense Dwight D. Eisenhower, supremo comandante aliado en el oeste, fue un gran admirador de Zhúkov y ambos viajaron por la Unión Soviética juntos al concluirse la victoria sobre Alemania. Simultáneamente, Zhúkov fue designado como jefe máximo de las tropas de ocupación soviéticas en Alemania, teniendo así a su cargo la administración militar de dichas regiones; en tal función, Zhúkov solicitó formalmente a Stalin que se le permitiera mejorar la alimentación de la población civil alemana a su cargo, reclamando «hacer diferencia entre el nazismo y el pueblo alemán».

En 1946, la popularidad de Zhúkov entre las tropas del Ejército Rojo generó las sospechas de Stalin, agravadas por la extrema cortesía con la cual se vinculaba con el general estadounidense Dwight D. Eisenhower. Así, Stalin acusó a Zhúkov de usar sus logros de la guerra para su provecho, saqueando propiedades civiles alemanas y lo destinó a pequeñas jefaturas militares en Odesa y los montes Urales, de muy poca relevancia en comparación a su prestigio, y alejándolo de Moscú. Stalin mantuvo sus sospechas hacia Zhúkov del mismo modo que tenía sospechas de cualquier individuo que alcanzara gran popularidad entre las masas soviéticas, siendo que el liderazgo de Zhúkov sobre oficiales y soldados del Ejército Rojo causaron que Lavrenti Beria lo acusara de bonapartista.

Zhúkov fue llamado de nuevo a Moscú a inicios de 1953, aparentemente para ser consultado por Stalin respecto a las operaciones bélicas en Corea, pero nunca recibió misiones ni encargos del líder soviético. Al morir Stalin el 5 de marzo del mismo año, y con la llegada de Nikita Jrushchov al poder, Zhúkov volvió a disfrutar de puestos elevados (llegando a ser ministro de Defensa de la URSS en 1956).

Zhúkov participó activamente en el arresto de Beria en 1953 y en la campaña de desestalinización del país, logrando que el nuevo régimen rehabilitara póstumamente a grandes líderes del Ejército Rojo injustamente condenados y asesinados por orden de Stalin: así fueron rehabilitados prestigiosos militares como los mariscales Mijaíl Tujachevski y Vasili Blücher. También Zhúkov aprovechó su prestigio y liderazgo entre las fuerzas armadas para asegurar la firme lealtad de estas a Jrushchov, en contra de sus opositores estalinistas como Gueorgui Malenkov y Viacheslav Mólotov. Para entonces, Zhúkov era el máximo comandante en jefe de las fuerzas armadas de tierra, con mando inclusive sobre las fuerzas soviéticas estacionadas en el resto del Pacto de Varsovia.

Últimos años

En 1958, las relaciones de Jruschov con Zhúkov se dañaron, pues el veterano mariscal no compartía la preferencia que Jruschov daba a las armas nucleares en la estrategia de las Fuerzas Armadas Soviéticas. Como resultado, en ese mismo año, aprovechando una visita oficial de Zhúkov a Albania, fue destituido de su cargo por presión de los estalinistas más conservadores, dirigidos por Nikolái Bulganin. Jrushchov no defendió a Zhúkov y así este pasó al retiro a los 62 años de edad.
Tras su retiro, Zhúkov recibió su pensión de las Fuerzas Armadas Soviéticas y empezó a escribir sus memorias, tituladas Memorias y reflexiones (en ruso, Vospominániya i razmyshléniya, Воспоминания и размышления). Cuando en octubre de 1964, Jrushchov fue cesado del Gobierno y reemplazado por Leonid Brézhnev, Zhúkov volvió a la luz pública en un intento del régimen de emplear su imagen para fortalecer su propia posición, pero el veterano mariscal no recibió puestos de importancia.

Tras años de sufrir enfermedades cardíacas, Zhúkov murió de un ataque al corazón el 18 de junio de 1974, y fue incinerado. Las cenizas se hallan depositadas desde entonces en la necrópolis de la Muralla del Kremlin.
Александр Михайлович Василевский



Aleksandr Mijáilovich Vasilevski  (18 de septiembre jul./ 30 de septiembre de 1895 greg. - 5 de diciembre de 1977) fue un militar soviético que alcanzó el grado de mariscal de la Unión Soviética.

Fue jefe del Estado Mayor General y viceministro de Defensa durante la Segunda Guerra Mundial, así como ministro de Defensa de 1949 a 1953. Como jefe del Estado Mayor, Vasilevski se encargó de la planificación y coordinación de casi todas las ofensivas soviéticas más decisivas, desde la contraofensiva en Stalingrado al asalto a Prusia Oriental y Königsberg.

Vasilevski comenzó su carrera militar durante la Primera Guerra Mundial, alcanzando en 1917 el grado de capitán. A principios de la Revolución de Octubre y la Guerra Civil fue reclutado por el Ejército Rojo, participando también en la guerra polaco-soviética. En 1930, alcanzó el grado de comandante de regimiento. En esta posición demostró su gran habilidad para la organización e instrucción de sus tropas. El talento de Vasilevski no pasó desapercibido y en 1931 fue nombrado miembro de la Dirección de Adiestramiento Militar y en 1937, a raíz de la Gran Purga de Stalin, fue ascendido a oficial del Estado Mayor.


Al comienzo de 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, coordinó y ejecutó las ofensivas del Ejército Rojo en la parte superior del Don, en el Donbáss, Crimea, Bielorrusia y los países bálticos, terminando su intervención en la guerra contra Alemania con la captura de Königsberg en abril de 1945. En julio del mismo año fue nombrado comandante en jefe de las fuerzas soviéticas en el Lejano Oriente, dirigiendo la Operación Tormenta de Agosto y posteriormente aceptando la rendición de Japón. Después de la guerra, se convirtió en ministro de Defensa de la Unión Soviética, cargo que ocupó hasta la muerte de Stalin en 1953. Con el ascenso de Jrushchov a la presidencia de la Unión Soviética, Vasilevski comenzó a perder popularidad y finalmente tuvo que jubilarse anticipadamente. Después de su muerte, fue enterrado en la Necrópolis del muro del Kremlin de Moscú en reconocimiento de su pasado y sus contribuciones al servicio de su nación.





Konstantín Konstantínovich Rokossovski ( 9 de diciembre jul./ 21 de diciembre de 1896greg.-3 de agosto de 1968)
 fue un militar que alcanzó el grado de Mariscal de la Unión Soviética y República Popular de Polonia. Fue uno de los más prominentes comandantes de la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial, sobre todo tras la preparación y ejecución de la Operación Bagration.

No se conoce con certeza el lugar de nacimiento de Rokossovski, algunas fuentes no confirmadas afirman que nació en Varsovia, mientras que otras fuentes lo natalicia en el pequeño pueblo de Velikie Luki, cerca de Pskov, al norte de Rusia, mudándose su familia poco después de su nacimiento. La familia Rokossovski formaba parte de la antigua nobleza polaca, contando con muchos caballeros en su historia. Sin embargo, el padre de Konstantín, Ksawery Wojciech Rokossowski era un trabajador ferroviario, y su madre Antonina Ovsiánnikova era bielorrusa. Huérfano a los 14 años, Rokossovski trabajó en una fábrica de calzado, para luego hacerse aprendiz de albañil. Años después, la propaganda comunista alegó que Rokossovski había ayudado a construir un importante puente de Varsovia.1​ Deseando tener éxito en la Rusia zarista, Rokossovski rusificó su patrónimo, de Ksaviérievich a Konstantínovich.

Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, Rokossovski se alistó en el Ejército Ruso, sirviendo como suboficial en un regimiento de dragones. En marzo de 1918, Rusia salió de la guerra, y Rokossovski entró en el partido Bolchevique, para luego pasar al Ejército Rojo.1​ Durante la Guerra Civil Rusa alcanzó el rango de Comandante.1​ En las campañas contra el Ejército Blanco de Aleksandr Kolchak, Rokossovski recibió la máxima condecoración bolchevique, la Orden de la Bandera Roja. En 1922, participó en la Guerra Polaco-Soviética.
Al finalizar la guerra civil en Rusia, Rokossovski estudió en la Academia Militar de Frunze y alcanzó el grado de Comandante de Caballería del Ejército Rojo.1​ Durante la década de 1920, su división estuvo en Mongolia. En 1929, ayudó al gobierno de China a defender sus líneas férreas de los Señores de la guerra, líderes locales que controlaban vastas zonas del país.
En el inicio de la década de 1930, Rokossovski se dio cuenta del potencial de las fuerzas blindadas. Por ende, promovió la creación de grandes fuerzas de tanques. Sus ideas revolucionarias entraron en conflicto con la de los antiguos jefes militares, entre los que se encontraba Semión Budionni, quien favorecía a la tradicional caballería. Estos roces le apuntaron como potencial víctima de las futuras purgas estalinistas.
Rokossovski ostentó varios puestos importantes hasta 1937, cuando la Gran Purga de Stalin lo alcanzó, siendo acusado como otros muchos de «tener conexiones con cuerpos de inteligencia extranjera». Estuvo en un campo de trabajo del Gulag hasta marzo de 1940, cuando fue liberado sin aparente explicación, probablemente en preparación al inminente estallido de la guerra con Alemania. Fue enviado a un spa en Sochi en el Mar Negro, y después de una breve charla con el mismo Stalin fue restaurado en su puesto de Comandante en la Región Militar de Kiev.

Segunda Guerra Mundial

Cuando la Alemania Nazi invadió la Unión Soviética en junio de 1941, Rokossovski fue nombrado comandante del 16º ejército estacionado en Smolensk. Durante los choques germano-soviéticos librados en el invierno de 1941 y 1942, Rokossovski participó en la defensa de Moscú, al mando de Gueorgui Zhúkov.
Después fue transferido al Frente de Briansk, donde comandó el flanco derecho de las fuerzas soviéticas que retrocedían ante las tropas alemanas, que alcanzaron el Don y Stalingrado en el verano de 1942. Durante la sangrienta batalla de Stalingrado, Rokossovski comandó el Frente del Don y lideró la pinza norte del contraataque soviético que cercó al 6º ejército alemán de Friedrich Paulus, destruyéndolo.
En 1943, se convirtió en comandante del Frente del Centro. Rokossovski condujo las operaciones defensivas de la Batalla de Kursk, y luego lideró el contraataque que llevó al Ejército Rojo hasta Kiev. Transferido al 1.º Frente Bielorruso, lo llevó desde Bielorrusia hasta Polonia.​ Uno de sus ayudantes era el también polaco Świerczewski, conocido como «General Walter» que había combatido en la guerra en España.
Un mito popular entre militares indicaba que en 1944, durante la planificación de la Operación Bagratión, Rokossovski discutió con Stalin, ya que este deseaba que se quebrara el frente en un solo punto, mientras que Rokossovski insistía en atacar en pinza.

El alto mando soviético había aprobado el plan general de ataque de la Operación Bagratión, pero existían fuertes diferencias de opinión entre los métodos específicos para su ejecución. Las fuerzas de Rokossovski, por ejemplo, tendrían que capturar o neutralizar la ciudad fortificada de Babruisk antes de que el brazo sur de la ofensiva avanzara hasta Minsk. Babruisk estaba situada en la orilla norte de los inmensos pantanos del Prípiat, y los vehículos acorazados únicamente podían pasar por estrechos caminos de tierra firme. Rokossovski defendía que las condiciones de los pantanos del Prípiat exigían un ataque en forma de pinza sobre Babruisk. Esto iba en contra de la doctrina táctica soviética del momento, que consistía siempre en iniciar las ofensivas con un solo ataque.​

La táctica heterodoxa de Rokossovski fue el centro de una fuerte discusión en la reunión de Moscú del alto mando soviético el 22 de mayo de 1944. Rokossovski presentó un detallado y minucioso plan, enumeró sus ventajas a Stalin y a los miembros del Comité de Defensa del Estado soviético, incluidos el ministro de Asuntos Exteriores Viacheslav Mólotov y el secretario del Comité Central Gueorgui Malenkov. La idoneidad de su plan se demostró con su éxito en el campo de batalla, y la reputación de Rokossovski aumentó. Después de hacer retroceder al Grupo de Ejércitos Centro alemán, llegó a la orilla este del Vístula, frente a Varsovia, a mediados de 1944. Por estas victorias fue ascendido a Mariscal de la Unión Soviética..
Coincidiendo con la llegada de Rokossovski al Vístula, se produjo el Alzamiento de Varsovia (agosto-octubre de 1944) por la Armia Krajowa de la resistencia polaca, que no obedecía a los soviéticos, sino al Gobierno de Polonia en el exilio, ubicado en Londres. Previendo Stalin que la intención de este alzamiento era restablecer el gobierno exiliado de Londres en el poder, evitando la implantación de un gobierno comunista, ordenó a Rokossovski que se detuviera hasta que las fuerzas alemanas aplastaran el levantamiento polaco. Su ayuda a la insurrección de Varsovia solo fue testimonial. Además objetó que los aliados occidentales arrojaran suministros a los rebeldes en Varsovia. Si bien Rokossovski obedeció la orden, fuentes no oficiales aseguraron que no compartía el mismo punto de vista que Stalin.

En enero de 1945, Varsovia fue tomada por el Ejército Rojo y Rokossovski transferido al 2.º Frente Bielorruso, que avanzó hasta Prusia oriental y luego cruzó Polonia por el norte hasta la desembocadura del Oder en Stettin (actual Szczecin). A finales de abril, sus tropas se encontraron con las del Mariscal de Campo inglés Bernard Montgomery en el norte de Alemania, mientras que las fuerzas de Zhúkov e Iván Kónev capturaban Berlín. El 24 de junio de 1945, K. Rokossovski junto a G. Zhúkov comandó el Desfile de la Victoria de Moscú.
Al finalizar la guerra, Rokossovski permaneció al mando de las tropas del norte de Polonia y Alemania. En octubre de 1949, con el establecimiento de un gobierno comunista en Polonia, Rokossovski, solicitó el cargo de Ministro de Defensa Nacional, junto con el título de Mariscal de Polonia. Esto coincidió con una campaña soviética para inundar el ejército polaco con oficiales soviéticos, controlando de esta manera todas las unidades militares de Polonia.
En 1952, se convirtió en Secretario del Consejo de Ministros de Polonia. Aunque Rokossovski oficialmente era polaco, llevaba 35 años fuera del país, por lo que la mayoría de los polacos lo consideraban un soviético. El hecho de que no hablara bien el polaco y se dirigiera casi siempre a sus tropas en ruso, no ayudó a cambiar esa imagen. Rokossovski comentó una vez: «En Rusia, me llaman polaco, en Polonia me llaman ruso».​
Rokossovski estuvo a cargo de la represión del movimiento independentista polaco, así como de la implementación del estalinismo en el ejército polaco. Como comandante de dicho ejército introdujo variados métodos cuyo objetivo era reprimir la actividad antisoviética. Uno de estos era reclutar a todos los hombres que no tuvieran una posición política definida o tuvieran familia en el exterior para colocarlos en batallones de trabajo del ejército. Se calcula que unos 200 000 fueron obligados a trabajar en campos de trabajo bajo severas condiciones, en canteras, minas de carbón y de uranio, donde por lo menos mil personas murieron en el primer año, mientras que decenas de miles quedaron imposibilitados para trabajar por incapacidad adquirida. Esta represión también alcanzó a los exsoldados del ejército polaco y a los del Armia Krajowa.
En 1956, durante las protestas de Poznań contra la ocupación soviética, Rokossovski envió unidades militares a reprimir la revuelta. De esta manera 10 000 soldados y 360 tanques se enfrentaron a los civiles, matando, según cifras oficiales, a 74 de estos.
Cuando comunistas reformistas bajo el liderazgo de Władysław Gomułka intentaron alcanzar el poder en Polonia ese mismo año, Rokossovski viajó a Moscú y pidió a Nikita Jrushchov que usara la fuerza contra este intento. Sin embargo, Gomułka logró llegar a un arreglo con el régimen soviético, y Rokossovski dejó Polonia. De nuevo en la Unión Soviética, en julio de 1957, Jrushchov lo designó Ministro de Defensa y Comandante del Distrito Militar de Transcaucasia. En 1958, se convirtió en Inspector en Jefe del Ministerio de Defensa, cargo que conservó hasta su retiro en abril de 1962.
Konstantín Rokossovski murió en agosto de 1968, a los 71 años, y fue enterrado en la Plaza Roja, en la Necrópolis de la Muralla del Kremlin.


Ива́н Степа́нович Ко́нев,
Iván Stepánovich Kónev (16 de diciembre jul./ 28 de diciembre de 1897greg. – 21 de mayo de 1973) fue un general soviético. Se distinguió durante la Segunda Guerra Mundial contra la Alemania Nazi.

Iván Kónev nació en el seno de una familia de campesinos en la aldea Lodeyno del raión Podosínovski en lo que hoy en día se llama la óblast de Kírov. Trabajó como leñador hasta que el ejército ruso lo llamó a filas en 1916.

Al retirarse Rusia de la Primera Guerra Mundial, Kónev regresó a su patria, pero en 1919 se alistó al Partido Bolchevique y al Ejército Rojo, donde sirvió como artillero. Durante la Guerra Civil Rusa estuvo bajo las órdenes de Kliment Voroshílov, que llegaría a ser Comisario de la Defensa y amigo de Stalin. Esta relación fue vital para la carrera de Kónev.

En 1926 Kónev completó su formación en la Academia Militar Frunze, y desde entonces estuvo ascendiendo continuamente, en parte por sus relaciones, en parte por la necesidad que tuvo Stalin de llenar el vacío de oficiales por la Gran Purga. En 1937 se convirtió en diputado del Sóviet Supremo y dos años después en miembro del Comité Central del Partido.

Segunda Guerra Mundial

Cuando la Alemania Nazi invadió la Unión Soviética en 1941, Kónev, a cargo del XIX Ejército, libró varias batallas durante la retirada rusa, primero en Smolensk y luego cerca de Moscú. Sobresalió defendiendo el frente desde octubre de 1941 hasta agosto de 1942, y fue promovido a coronel general, específicamente por su papel en la Batalla de Moscú.
Desde entonces Kónev comandó grandes cuerpos de ejército durante la guerra. Hasta febrero de 1943 mandó el Frente Oeste de Rusia, y entre febrero y julio de ese mismo año estuvo al mando del Frente Noroeste. Luego comandó el Frente de Ucrania, que finalmente se llamaría Primer Frente Ucraniano, hasta el final de la guerra en mayo de 1945. En la batalla de Kursk sobresalió al comandar exitosamente la ofensiva del norte, que logró envolver al ejército del general alemán Erich von Manstein.
Después de la victoria en Kursk, el Frente Ucraniano avanzó liberando las ciudades de Bélgorod, Odesa, Járkov y Kiev, empujando a los alemanes a Rumania. Gracias a sus logros, a Kónev se le dio el rango de mariscal de la Unión Soviética en febrero de 1944.
Kónev y su ejército siguieron avanzando y cruzaron Bielorrusia, Ucrania, Polonia y Checoslovaquia. Cuando en julio de 1944 llegó al río Vístula, se le otorgó el título de Héroe de la Unión Soviética. Para septiembre de 1944 su ejército cruzó los Montes Cárpatos y entró en Eslovaquia, donde ayudaron a los partisanos a expulsar a los alemanes.
En enero de 1945, Kónev y Georgui Zhúkov estaban al frente de la ofensiva del Vístula-Óder, que expulsó a los alemanes allende el río Oder, colocando al Ejército Rojo a menos de 60 km de Berlín. Al mismo tiempo, parte de sus tropas liberaban Cracovia en el sur.
En abril, Kónev y Zhúkov forzaron el frente del Óder y avanzaron hacia Berlín. Sin embargo, Kónev tuvo que desviarse al suroeste porque Stalin dio la orden de que sería Zhúkov quien tomaría la capital alemana. Kónev se encontró con los estadounidenses en Torgau y luego se dirigió a Praga. Después de vencer una breve resistencia, logró liberarla.

Posguerra

Al finalizar la guerra, Kónev fue nombrado jefe de las fuerzas de ocupación en Alemania Oriental, así como Alto Comisionado de los Aliados para Austria. En 1946 alcanzó el grado de comandante de las fuerzas terrestres de la Unión Soviética y reemplazó a su rival Zhúkov como Ministro de Defensa. No obstante, Stalin, que miraba con recelo los logros de Kónev que lo hacían una figura demasiado popular, ordenó que lo designaran comandante del Distrito Militar de los Cárpatos, un cargo mucho menor al que estaba desempeñando en ese momento.
Una vez muerto Stalin, Kónev volvió a la vida pública, tanto gracias a la relación que tenía con Nikita Jrushchov como al hecho de que había sido el principal responsable del arresto, juicio y ejecución del estalinista Lavrenti Beria en 1953. Después de recuperar los cargos que le habían sido arrebatados, fue designado en 1956 Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas del Pacto de Varsovia. Desde este puesto dirigió el aplastamiento de la Revolución húngara de 1956.
Cuatro años después se retiró del servicio, aunque volvería un año después para desempeñar el cargo de comandante de las Fuerzas Armadas de la República Democrática Alemana, especialmente durante la crisis de Berlín de 1961 que derivó en la construcción del Muro de Berlín. Finalmente fue designado al puesto titular de Inspector General del Ministerio de la Defensa.

Kónev fue respetado y admirado en las Fuerzas Armadas y el Partido Comunista de la Unión Soviética hasta su muerte en 1973. Fue enterrado en la Necrópolis de la Muralla del Kremlin de Moscú. Kónev se casó dos veces y su hija, Natáliya, llegó a ser Decana del Departamento de Lingüística y Literatura de la Universidad Militar Rusa.
Родио́н Я́ковлевич Малино́вский;


Rodión Yákovlevich Malinovski (23 de noviembre de 1898–31 de marzo de 1967) fue un comandante militar soviético, ministro de Defensa entre 1957 y 1967 y mariscal de la Unión Soviética. Jugó un papel central en la Segunda Guerra Mundial, incluida la gran derrota de la Alemania nazi en la batalla de Stalingrado. Durante la Guerra Fría realizó una gran contribución al fortalecimiento de la Unión Soviética como superpotencia militar.

Nacido en Odesa, Malinovski era descendiente de judíos caraítas. Su padre abandonó a la familia, y el hijo fue registrado oficialmente como «ilegítimo»; en búsqueda de una nueva vida, su madre dejó la ciudad por una zona rural de Ucrania, donde se volvió a casar. Su nuevo esposo, un campesino pobre ucraniano, rechazó adoptar a su hijo y le expulsó cuando Malinovski solo tenía 13 años de edad. El chico vagabundo sobrevivió trabajando en una granja, y encontró refugio en la familia de su tía en Odesa, donde trabajó como mozo en unos grandes almacenes.
Tras el comienzo de la Primera Guerra Mundial en julio de 1914, Malinovski, que tenía solo 15 años en aquel momento (demasiado joven para el servicio militar), accedió a un tren militar en dirección al Frente, pero fue descubierto. Sin embargo, convenció a los oficiales para que le dejaran alistarse como voluntario, sirviendo en un destacamento de ametralladoras en las trincheras. En octubre de 1915, como recompensa por repeler un ataque alemán, recibió su primera condecoración militar, la Cruz de San Jorge de 4.º Grado, siendo ascendido al grado de Cabo. Muy poco después, fue herido de gravedad, pasando varios meses en el hospital y, tras su recuperación en 1916, fue enviado a Francia como miembro de los Cuerpos Expedicionarios Rusos en el Frente Occidental. Malinovski luchó en un disputado sector del frente cercano a Fort Brion y fue ascendido a sargento. Sufrió otra grave herida en su brazo izquierdo, y recibió una condecoración del Gobierno francés. Tras la Revolución rusa, el Gobierno francés expulsó a las unidades rusas, aunque ofreció a algunos de los mejores soldados rusos servicio en la Legión extranjera francesa. Malinovski luchó contra los alemanes hasta el final de la guerra, fue galardonado con la Cruz de Guerra francesa, y ascendido a Suboficial.

Entreguerras

Volvió a Rusia en 1919, ingresando en el Ejército Rojo, participando en la Guerra Civil Rusa frente al Ejército Blanco y luchando con distinción en Siberia. Permaneció en el Ejército tras el final del conflicto, estudiando en la Escuela de Formación de Comandantes, alcanzando la comandancia de un batallón de fusiles. En 1926 se afilió al Partido Comunista de la Unión Soviética, un requisito necesario para avanzar en las filas militares.
En 1927, Malinovski fue enviado a estudiar a la Academia Militar Frunze. Se graduó en 1930 y durante los siguientes siete años desempeñó la Jefatura de Estado Mayor del 3.er Cuerpo de Caballería, donde su comandante era Semión Timoshenko (un protegido de Iósif Stalin). Tras el estallido de la Guerra Civil Española en 1936, Malinovski se ofreció voluntario para luchar en el bando republicano frente al alzamiento del general Francisco Franco. Participó en la planificación y dirección de varias operaciones importantes. En 1938 regresó a Moscú, siendo galardonado con la Orden de Lenin y la Orden de la Bandera Roja en reconocimiento a su servicio en España; fue nombrado instructor honorario en la Academia Militar Frunze.
En la primavera de 1941, Timoshenko, que entonces era el Ministro de Defensa, fue alarmado por movimientos masivos alemanes a lo largo de las fronteras soviéticas, mientras la Wehrmacht se preparaba secretamente para la Operación Barbarroja. Para fortalecer la capacidad de mando operativo del Ejército Rojo, envió a varios de los altos oficiales de las academias militares a las unidades de campaña. Malinovski fue ascendido a general de división, asumiendo el mando del recién desplegado 48.º Cuerpo de Fusileros en el Distrito Militar de Odesa. Una semana antes del comienzo de la guerra, Malinovski desplegó sus unidades cerca de la frontera rumana.

Segunda Guerra Mundial

Tras la invasión alemana de la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, en la que el Ejército Rojo sufrió enormes derrotas y perdió a centenares de miles de hombres en las maniobras envolventes alemanas, Malinovski sobresalió como uno de los pocos generales soviéticos competentes. Sus unidades de tres divisiones de rifles se enfrentaron a la Blitzkrieg a lo largo del curso del río Prut. Mientras los generales del Ejército Rojo mandaban sus unidades detrás de las líneas de combate, Malinovski fue a los sectores cruciales de las batallas a estar con sus soldados e infundirles moral. Incapaz de parar a las fuerzas superiores técnica y numéricamente de la Wehrmacht, Malinovski tuvo que retirarse al Mar Negro, aunque frustró las tentativas enemigas de envolver a sus tropas. Los alemanes tuvieron éxito en rodear a sus tropas en Nikoláyev, pero Malinovski rompió el cerco y se retiró a Dnipropetrovsk.

En agosto fue promovido a la Jefatura de Estado Mayor del maltrecho 6.º Ejército, y pronto reemplazo a su comandante. Paró el avance alemán en su sector del frente y fue ascendido a teniente general. Tras la retirada del Ejército Rojo al Donbass, Malinovski comandó una operación conjunta del 6.º y el 12.º Ejércitos, consiguiendo expulsar a la Wehrmacht de la región. En diciembre recibió el mando del Frente del Sur, consistente en tres débiles ejércitos de campo y dos cuerpos de caballería del tamaño de dos divisiones. Tenían insuficiente cantidad de hombres y equipamiento, pero Malinovski consiguió penetrar en las defensas alemanas.

Batalla de Járkov

El 18 de enero de 1942, Malinovski y el Frente Sudoccidental, bajo el mando general de Timoshenko, lanzaron un ataque conjunto en la Segunda batalla de Járkov, haciendo retroceder a los alemanes 100 kilómetros aunque Timoshenko sobreestimó la habilidad del Ejército Rojo para la guerra ofensiva y sufrió una dura derrota. A pesar de que Stalin, a pesar de la oposición de sus altos consejeros militares, apoyó la funesta ofensiva de Járkov, sospechó que Malinovski había hecho fallar intencionadamente a sus tropas (temía que hubiera establecido y mantenido conexiones con intereses extranjeros durante su estancia durante la I Guerra Mundial en Francia). En julio de 1942, el Frente del Sur fue puesto fuera de combate, sus unidades y personal transferidos al Frente del Norte del Cáucaso como Grupo Operacional del Don bajo el mando de Malinovski (que además fue nombrado vice-comandante del Frente). Stalin le ordenó a Malinovski parar el avance del Grupo de Ejércitos A de la Wehrmacht hacia Rostov del Don y los vitales campos petrolíferos del Caucaso; los alemanes tenían superioridad numérica y doblaban la capacidad técnica de Malinovski, consiguiendo penetrar sus débiles defensas. Como consecuencia, la Stavka disolvió el Grupo Operacional del Don en septiembre.

Stalingrado y el Frente Ucraniano

El Ejército Rojo se encontraba duramente presionado por los alemanes en la Batalla de Stalingrado, y Stalin confió en Malinovski para comandar el rápidamente formado 66.º Ejército, para mantener las posiciones al nordeste de Stalingrado. Al mismo tiempo, Stalin nombraba a Nikita Jrushchov como máximo Comisario Político de la ciudad, encargado de vigilar a Malinovski.

El 66.º Ejército no tenía experiencia de combate, pero fue la primera ocasión de la guerra en la que Malinovski comandaba una unidad cercana a su máxima capacidad en cuanto a tropas y equipamiento. En septiembre y octubre de 1942, se lanzó a la ofensiva; las ganancias territoriales fueron marginales, pero negó a los alemanes la oportunidad de envolver Stalingrado desde el norte y disminuyó su penetración en la ciudad. A finales de ese mes, la Stavka envió a Malinovski a fortalecer el Frente de Voronezh como su vice-comandante; en diciembre le enviaron de nuevo a Stalingrado. Allí, el Ejército Rojo consiguió su gran éxito: el 22 de noviembre, los frentes soviéticos rodearon al 6.º Ejército alemán; el Grupo de Ejércitos del Don, comandado por el mariscal más exitoso de la Wehrmacht, Erich von Manstein, reunió sus unidades panzer en el pueblo de Kotélnikovo (150 kilómetros al este de Stalingrado) y junto al mejor general de panzers de la Wehrmacht, Hermann Hoth, trató desesperadamente de salvar al 6.º Ejército. Malinovksi dirigió al poderoso 2.º Ejército de Guardias contra Hoth. En una encarnizada lucha de tanques forzó a los alemanes a retirarse, contraatacando, rompiendo profundamente las escalonadas y bien preparadas defensas alemanas, y destruyendo el reagrupamiento de ejércitos de Kotélnikovo. Fue el primer choque de tanques a gran escala de la Segunda Guerra Mundial perdido por Alemania. La victoria de Malinovski selló el destino de los doscientos cincuenta mil soldados alemanes y de otros países del Eje atrapados en la bolsa de Stalingrado. Stalin ascendió a Malinovski a coronel general, otorgándole la condecoración soviética más alta para el mérito en el generalato –la Orden de Suvórov de 1.er Grado-.

En febrero de 1943, Malinovski reinició su mando en el Frente del Sur, y en menos de dos semanas expulsó a Manstein de Rostov del Don, abriendo el camino del Ejército Rojo hacia Ucrania. En marzo, Stalin le ascendió a general de Ejército, dándole el mando del Frente Sudoccidental con la tarea de expulsar a las tropas alemanas de la rica región industrial del Donbass. A través de un repentino ataque a mediados de octubre, Malinovski consiguió sorprender a una gran fuerza alemana en la ciudad clave en la región de Zaporizhia, liberándola. La campaña escindió a las fuerzas alemanas del Sur, aislando a las de Crimea del resto del Frente Oriental alemán.

El 20 de octubre, el Frente Sudoccidental fue renombrado 3.º Frente Ucraniano. De diciembre de 1943 a abril de 1944, Malinovski aplastó al Grupo de Ejércitos del Sur alemán, liberando gran parte del sur de Ucrania, incluyendo Jersón, Nikoláyev y su ciudad natal de Odesa. Para aquel momento, según la opinión de Jrushchov, Stalin comenzó a acrecentar su confianza en la lealtad de Malinovski.

Rumania y Hungría

En mayo de 1944, Malinovski fue transferido al 2.º Frente Ucraniano. Expulsó a los alemanes de lo que les quedaba de territorio soviéticos, lanzando la invasión de los Balcanes junto al general de Ejército Fiódor Tolbujin (que recibió el antiguo mando de Malinovski sobre el más pequeño 3.er Frente Ucraniano). En la Batalla de Rumania, a finales de agosto y principios de septiembre, Malinovski lanzó una versión soviética de la blitzkrieg altamente exitosa. Junto a Tolbujin, rodeó y destruyó la fuerza de medio millón de tropas alemanas y más de cuatrocientos mil rumanos, forzando el derrocamiento del pro-alemán “Conducator” Ion Antonescu y cambiando a Rumania del campo del Eje al de los Aliados. Un triunfante Stalin llamó a Malinovski a Moscú, nombrándole el 10 de septiembre mariscal de la Unión Soviética. Malinovski fue además jefe nominal de la Comisión Aliada en Rumania, representada por Vladislav Vinográdov.
Malinovski continuó su camino ofensivo, cruzando los Cárpatos del sur hacia Transilvania (entrando en la parte húngara de la misma), y el 20 de octubre capturó Debrecen, defendida por una gran fuerza alemana. Sus tropas estaban cansadas tras varios meses de combate y necesitaban reabastecerse y reagruparse, pero Stalin ordenó a Malinovski tomar la capital húngara, Budapest (“ver Sitio de Budapest”), para abrir el camino a Viena e impedir que los Aliados tomaran la antigua capital austriaca. Con la ayuda de Tolbujin, Malinovski acató la orden de Stalin, enfrentándose a la determinación de Adolf Hitler de defender Budapest a toda costa. Los alemanes y sus aliados húngaros del Partido de la Cruz Flechada trataron de convertir Budapest en un “Stalingrado alemán”; Hitler echó el resto de sus tropas panzer (entre ellas seis divisiones de élite de las Waffen SS y cinco divisiones panzer de la Wehrmacht –un cuarto de todas las tropas acorazadas alemanas-), debilitando a las fuerzas alemanas que combatían a los soviéticos en Polonia y Prusia, así como a las que se enfrentaban a los Aliados en el Rhin. El trazado estratégico y operativo de Malinovski le permitió vencer la debilidad de sus tropas y conquistar Budapest el 13 de febrero de 1945, tras una batalla extraordinariamente dura. Capturó 70.000 prisioneros. En Budapest, el NKVD de Stalin cometió uno de sus más notorios crímenes, el arresto de Raoul Wallenberg. Continuando su camino hacia el oeste, Malinovski expulsó a los alemanes hacia Eslovaquia, liberando Bratislava y el 13 de abril, Viena.
Estas nuevas victorias establecieron la supremacía soviética en la región del Danubio en Europa. En agradecimiento, Stalin le otorgó la condecoración soviética más alta del periodo, la Orden de la Victoria. Malinovski finalizó su campaña en Europa con la ocupación de Brno, ya en la República Checa, y presenciando el animado encuentro entre sus fuerzas y las norteamericanas.

Frente Japonés

Tras la rendición alemana el 9 de mayo de 1945, Malinovski fue transferido al Extremo Oriente Ruso, donde se le dio el mando del Frente del Transbaikal. En agosto lideró la última ofensiva soviética de la Segunda Guerra Mundial: invadió Manchuria, que estaba bajo control del poderoso Ejército Guandong japonés, formado por un millón de hombres. Confiado en la calidad de sus tropas (ver Batalla de Manchuria), Malinovski aplastó a los japoneses en diez días, en la que se considera el modelo de guerra mecánizada blitzkrieg y de clásico movimiento de pinza, así como el mayor éxito de la capacidad militar soviética de la II Guerra Mundial (en audacia, escala, ejecución e innovación táctica). Su captura de Manchuria animó sus sentimientos nacionalistas, tras la humillante derrota en la Guerra Ruso-Japonesa de 1904-1905. Malinovski fue galardonado con los mayores honores posibles, de nuevo con la Orden de Héroe de la Unión Soviética.

Postguerra

Durante la siguiente década Malinovski se implicó en las decisiones clave en los intereses estratégicos de la Unión Soviética en la región del Extremo Oriente. Inicialmente comandante del Distrito Militar de Transbaikal-Amur (1945-1947), con el comienzo de la Guerra Fría fue nombrado Comandante Supremo de las Fuerzas del Extremo Oriente a cargo de tres distritos militares (1947-1953). Entrenó y abasteció al Ejército Popular de Corea del Norte y al Ejército Popular de Liberación de China antes y durante la Guerra de Corea (1950-1953).
Como expresión de la pertenencia de Malinovski a la élite del Partido Comunista y del Estado soviético, fue elegido diputado del Soviet Supremo en 1946 y miembro candidato del Comité Central del PCUS en 1952. Tras la finalización de la Guerra de Corea, Moscú disolvió el Comando Supremo de Extremo Oriente. Malinovski continuó su carrera controlando la fuerza militar más grande de la región como comandante del Distrito Militar de Extremo Oriente.

Era Jrushchov

Tras la muerte de Stalin en marzo de 1953, Jrushchov le sucedió como secretario general y, durante el proceso de desestalinización y consolidación de su poder en el Kremlin, promovió a Malinovski como Comandante en Jefe de las Fuerzas de Tierra del Ejército Rojo y viceministro de Defensa por detrás del ministro Gueorgui Zhúkov (1956). Para confirmar el alto status de Malinovski en la burocracia soviética, fue seleccionado como miembro de pleno derecho del Comité Central del PCUS. En octubre de 1957, Jrushchov, que creía que Zhúkov tenía grandes ambiciones políticas, le cesó como ministro de Defensa, otorgándole el puesto a Malinovski, que sirvió como ministro hasta su muerte.

Aunque era amigo personal de Jrushchov, Malinovski mantuvo su posición independiente en cuanto a los asuntos militares. Jrushchov y varios miembros de la dirección militar del Ejército Rojo se convencieron de que las futuras guerras serían ganadas mediante ataques con misiles nucleares. Defendieron una gran inversión en el desarrollo de estos misiles y una drástica reducción de la misma en las fuerzas convencionales. Malinovski apoyó la adaptación a los misiles nucleares estratégicos, pero los vio como una herramienta útil para la prevención de la guerra, no como la principal arma de un conflicto. Desarrolló el concepto de unas fuerzas armadas extendidas en todo el territorio y defendió ardorosamente que aunque la naturaleza de la guerra cambiase, el factor decisivo seguiría siendo que un ejército eficiente y con tecnología militar moderna fuera capaz de conquistar y controlar el territorio enemigo. Malinovski convirtió el Ejército Rojo en la fuerza más poderosa y mejor equipada del mundo, alcanzando la paridad con Estados Unidos en cuanto a armas nucleares y modernización de las fuerzas convencionales.

Últimos años

La gestión por parte de Jrushchov de la Crisis de los misiles de Cuba, que llevó al mundo a las puertas de una catástrofe nuclear, alienó a Malinovski. Tras la crisis, demandó públicamente en las publicaciones del Ejército que debía darse más voz al estamento militar en la política estratégica de la Unión Soviética. El descontento del Ejército con Jrushchov animó a un golpe interno en el Partido, que lo destituyó en octubre de 1964. La nueva dirección del Partido (con Leonid Brézhnev a la cabeza) aceptó las demandas de Malinovski para una dirección militar autónoma y profesional, así como su concepto de un desarrollo equilibrado de las fuerzas armadas.
Malinovski falleció el 31 de marzo de 1967 y fue homenajeado con un funeral de Estado, siendo enterrado en la Necrópolis de la Muralla del Kremlin. El Gobierno otorgó su nombre a la Academia Militar de Tropas Acorazadas de Moscú y a una división de tanques de élite. Tras la disolución de la Unión Soviética en 1991, Malinovski continúa siendo visto como uno de los líderes militares más importantes de la Historia de Rusia.
Tuvo tres hijos - Robert, Eduard y Guerman - y una hija, Natalia Malinóvskaya, destacada hispanista y profesora de la Universidad de Moscú.




 Фёдор Иванович Толбухин; Andróniki

Fiódor Ivánovich Tolbujin ( gobernación de Yaroslavl, 16 de junio de 1894 - Moscú, 17 de octubre de 1949) fue un alto jefe militar de la Unión Soviética de participación destacada durante la Segunda Guerra Mundial.


Tolbujin nació en una familia de campesinos en la gobernación de Yaroslavl, al noreste de Moscú. Fue voluntario del Ejército del Imperio Ruso en 1914 al iniciarse la Primera Guerra Mundial. Continuamente fue promovido por sus destacadas actuaciones durante la lucha, llegando a pasar de soldado raso al grado de capitán en 1916, siendo además condecorado por valentía en el campo de batalla varias veces.
En agosto de 1918, Tolbujin se unió al Ejército Rojo, donde se desempeñó como jefe de oficiales de la LVI División de Rifles (Infantería). Después de la Guerra Civil Rusa, Tolbujin ocupó distintos cargos, además asistió a la Academia Militar Frunze graduándose en 1931. En 1937, a Tolbujin le fue dado el mando de una división en calidad de general de infantería. En 1938, fue hecho jefe de estado mayor del Distrito Militar del Transcáucaso.
Tolbujin mantuvo este cargo hasta que Alemania invadió a la Unión Soviética en junio de 1941, ya que en agosto de ese mismo año le fue entregado el mando del Frente de Crimea, que mantuvo hasta marzo de 1942. Entre mayo y julio de ese año, fue asistente del Comandante del Distrito Militar de Stalingrado. Después fue hecho comandante del 58° Ejército hasta 1943. Este ejército participó en la sangrienta Batalla de Stalingrado, donde su oficial superior, el Coronel General Andréi Yeriómenko felicitó sus capacidad militar como comandante y su habilidad en la organización de fuerzas. Tras la excelente actuación en Stalingrado, Tolbujin fue colocado al mando del Frente del Sur en marzo de 1943.
En octubre de 1943, el Frente del Sur fue renombrado Cuarto Frente Ucraniano y Tolbujin apoyó el flanco del Tercer Frente Ucraniano de Rodión Malinovski, liberando estos dos comandantes la mayor parte de Ucrania de las fuerzas del Tercer Reich. Esta contraofensiva los mantuvo ocupados hasta abril de 1944.
En mayo de 1944, Tolbujin fue transferido al mando del Tercer Frente Ucraniano. Entre junio y octubre de 1944, Tolbujin y Malinovski invadieron los Balcanes y ocuparon la mayor parte de Rumania en la 2.ª Ofensiva de Jassy-Kishinev. El 12 de septiembre Malinovski y Tolbujin fueron promovidos al rango de Mariscal de la Unión Soviética. Mientras Malinovski recibió orden de dirigir sus tropas hacia los territorios de Hungría y Yugoslavia, Tolbujin se dirigió con el Tercer Frente Ucraniano hacia Bulgaria, forzando que el gobierno búlgaro renunciara a su alianza con el Tercer Reich y no opusiera resistencia a los soviéticos, cambiando de bando.
En invierno de 1944, el Tercer Frente Ucraniano fue enviado a Yugoslavia desde el sur, participando Tolbujin en la Ofensiva de Belgrado y pasando luego a Hungría, donde participaron parte de sus tropas en la Ofensiva del Lago Balatón y en el Sitio de Budapest.
Después de la guerra, Tolbujin fue nombrado comandante del Grupo de Fuerzas del Sur, conjunto de fuerzas del Ejército Rojo encargado de ocupar los Balcanes. En enero de 1947, Tolbujin fue hecho de nuevo comandante del Distrito Militar del Transcáucaso, cargo que desempeñó hasta su muerte en 1949.
Tolbujin es considerado uno de los mejores generales soviéticos de la Segunda Guerra Mundial. Con fama de meticuloso y relativamente poco ambicioso, Tolbujin fue respetado por sus oficiales y sus soldados, especialmente por su interés en reducir las bajas propias al preparar sus ofensivas. Tolbujin recibió incontables medallas y condecoraciones en su vida, incluyendo la medalla más importante la Orden de la Victoria de la URSS, también recibió el mayor título soviético: Héroe de la Unión Soviética. Tolbujin fue apreciado en los países que ayudó a liberar, y en Bulgaria, la ciudad de Dobrich fue renombrada Tolbujin, hasta la caída del comunismo en 1989. Una urna conteniendo las cenizas de Tolbujin está enterrada en la Necrópolis de la Muralla del Kremlin de Moscú, mientras que existe un monumento suyo en su nativa Yaroslavl.
Леонид Александрович Говоров

Leonid Aleksándrovich Góvorov (22 de febrero de 1897 – 19 de marzo de 1955) fue un comandante militar soviético, Mariscal de la Unión Soviética.

Góvorov nació en la aldea de Butyrki, en Rusia central (actualmente en el Óblast de Kírov). Su padre era marinero. Asistió a una escuela técnica superior en Yelábuga, enrolándose en el departamento de astilleros del Instituto Politécnico de Petrogrado. Sin embargo, en diciembre de 1916 se trasladó a la Escuela de Artillería Konstantínovskoye, convirtiéndose en 1917 en oficial de artillería. Al estallar la Revolución rusa y colapsar el Ejército Imperial, Góvorov regresó a casa, pero poco después fue llamado a filas por el Ejército Blanco de Aleksandr Kolchak. Muy pronto desertó e ingresó en el Ejército Rojo. Durante la Guerra Civil Rusa sirvió bajo mando de Vasili Blücher en Crimea contra las fuerzas de Piotr Wrangel, siendo herido en dos ocasiones y recibiendo la Orden de la Bandera Roja.
Durante los años 1920 y los años 1930 Góvorov dirigió varios puestos en la artillería, así como completó el curso en la Academia Militar Frunze. En 1936 fundó la Academia Militar del Estado Mayor y fue nombrado jefe de la artillería del Distrito Militar de Kiev. En 1938 fue nombrado instructor de táctica en la Academia de Artillería Dzerzhinsky.
Este fue el periodo de la Gran Purga de Iósif Stalin. Góvorov, como antiguo soldado del Ejército de Kolchak y antiguo subordinado de Blücher, que fue ejecutado en 1938, tuvo suerte de sobrevivir. Primero fue cesado de sus puestos y amenazado con ser detenido, pero la intervención del Mariscal Kliment Voroshílov y del jefe del Estado Mijaíl Kalinin le salvaron la vida.
En 1939, al estallar la Guerra de Invierno entre la Unión Soviética y Finlandia, Góvorov fue nombrado jefe de artillería del 7º ejército. En este puesto comandó el masivo asalto de artillería que permitió el avance soviético a lo largo de la Línea Mannerheim en 1940. Por esta acción fue condecorado con la Orden de la Estrella Roja y ascendido a Comandante. Más tarde fue nombrado Vice-Inspector General de Artillería del Ejército Rojo.
Cuando la Alemania Nazi invadió la Unión Soviética en junio de 1941, Góvorov fue nombrado Director de Artillería del Frente Occidental, en Polonia oriental y Bielorrusia. En este puesto Góvorov llamó la atención del General Georgui Zhúkov, que se convirtió en su jefe. Jugó un papel de liderazgo en las batallas defensivas alrededor de Moscú en diciembre y en las contraofensivas soviéticas durante el invierno de 1941-1942. Como resultado de sus acciones fue ascendido a Teniente General.

En abril de 1942 fue nombrado comandante de Leningrado, ciudad que se encontraba en estado de sitio bajo fuego de los ejércitos alemán y finlandés desde noviembre del año anterior y que había sufrido una terrible hambruna durante el pasado invierno. La capacidad de Góvorov como artillero y maestro de la guerra de posiciones se mostró muy valiosa en este puesto, siendo una de sus tareas lanzar una contraofensiva contra las armas alemanas. En enero de 1943 comandó a las fuerzas de Leningrado en el ataque combinado denominado Operación Chispa, que capturó Shlisselburg y rompió el bloqueo alemán de la ciudad. En junio de 1944, durante la liberación del norte de la Región de Leningrado y la posterior invasión de Finlandia, fue ascendido al rango de Mariscal de la Unión Soviética.
Cuando las fuerzas soviéticas avanzaron al sur y al oeste de Leningrado en 1944, Góvorov comandó la artillería del Ejército Rojo durante la liberación de Nóvgorod, Estonia, Letonia y el avance en Polonia. Fue nombrado Héroe de la Unión Soviética el 27 de enero de 1945.
En los años de posguerra fue comandante del Distrito Militar de Leningrado y posteriormente Inspector Jefe de las Fuerzas de Tierra. En 1948 fue nombrado Comandante en Jefe de la Fuerza de Defensa Aérea y en 1952 Viceministro de Defensa. En estos puestos supervisó la modernización del sistema de defensas aéreas de la Unión Soviética a través del avión de reacción y de la bomba atómica. Ya para ese tiempo sufría de una enfermedad crónica de corazón, falleciendo en marzo de 1955.
Sus restos están enterrados en la Necrópolis de la Muralla del Kremlin de Moscú.
Семён Константи́нович Тимоше́нкo;

Semión Konstantínovich Timoshenko ( *6 de febrero jul./ 18 de febrero de 1895 greg.-31 de marzo de 1970) fue un destacado comandante y el oficial de mayor graduación del Ejército Rojo al momento de la invasión alemana a la URSS en 1941.


Nació en la villa de Furmánivka, en la actual región de Odessa, Ucrania, hijo de un campesino sin tierras.​ Su educación fue muy escasa.1​ Durante la Primera Guerra Mundial fue reclutado por el Ejército del Imperio ruso (1915),​ y sirvió en el cuerpo de caballería en el frente oriental.
Al inicio de la Revolución rusa se unió al Ejército Rojo en 1918 y al Partido Bolchevique en 1919. Combatió en distintos frentes durante la guerra Civil Rusa, destacándose tan notablemente como para ser nombrado, con veintitrés años, comandante de una división de caballería.1​ Uno de sus encuentros más importantes ocurrió en la ciudad de Tsaritsyn (rebautizada posteriormente como Stalingrado), donde conoció y se hizo amigo de Iósif Stalin. Esto le sirvió para sus ascensos, una vez que Stalin se hizo con el poder dentro del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) a finales de la década de 1920.
Entre 1920 y 1921 estuvo bajo el mando de Semión Budionni, junto con el cual formó la élite que dominó el Ejército hasta la Segunda Guerra Mundial. Al final de la guerra ruso-polaca Timoshenko fue designado comandante en jefe de la Caballería del Ejército (1925-19301​), siendo reubicado como jefe de las unidades de Bielorrusia (1933), Kiev (1935), norte del Cáucaso y Járkov (1937) y nuevamente Kiev en 1938. En 1939 estaba al comando del frente oriental que realizó la invasión a Polonia. Posteriormente entró a formar parte del Comité Central del PCUS, y por ser un leal amigo de Stalin, no sufrió peligro durante la Gran Purga1​ a pesar de defender la eliminación de los comisarios políticos del ejército como su conmilitón y víctima de las purgas, Tujachevski.

La Segunda Guerra Mundial

En enero de 1940, se hizo cargo de las Fuerzas Armadas soviéticas que combatían en la guerra de Invierno contra Finlandia. Esta había comenzado en noviembre del año anterior bajo el desastroso mando de Kliment Voroshílov. Bajo la autoridad de Timoshenko, las tropas fueron capaces de sobrepasar la llamada «Línea Mannerheim»1​ y ocupar el istmo de Carelia. Esto provocó la firma del Tratado de Moscú. Obtuvo un gran prestigio con estos logros, siendo designado comisario del Pueblo para la Defensa y mariscal de la Unión Soviética.
Pese a ser muy competente, su esquema tradicionalista no le permitía considerar como una necesidad urgente la modernización del ejército si, con el tiempo, se enfrentaban en una guerra contra la Alemania nazi. Pero contrariando la opinión de otros comandantes aún más conservadores, inició la mecanización de la «caballería roja»​ apoyando la producción de más tanques. También reintrodujo buena parte de la dura y tradicional disciplina zarista dentro de las Fuerzas Armadas.
Cuando los alemanes invadieron la Unión Soviética en junio de 1941, Stalin asumió personalmente la Comisaría para la Defensa, envió a Timoshenko a dirigir el Grupo de Ejércitos Centro, que sostenía la defensa del frente alrededor de Smolensk. Sufrió grandes bajas durante la retirada, con el fin de retrasar el ataque alemán a Moscú, lo que permitió mejorar las defensas de la capital.1​ En diciembre fue transferido al frente ucraniano, donde el Ejército había sufrido millón y medio de bajas en la bolsa de Kiev. Aquí pudo estabilizar el frente.
En mayo de 1942, Timoshenko en compañía de 640 000 hombres lanzó la contraofensiva en Járkov, el primer intento soviético para ganar la iniciativa de la guerra. Después de algunos logros iniciales, los alemanes contraatacaron por su flanco sur y detuvieron la ofensiva. A pesar de que sus logros retrasaron la intervención alemana sobre Stalingrado, tuvo que aceptar las responsabilidades políticas que se le achacaron. La exitosa defensa de Zhúkov en Moscú persuadió a Stalin de contar con un mejor general. Retirado del mando principal, Timoshenko tuvo que encargarse de los frentes de Stalingrado (1942), nororiental (octubre de 1942), Leningrado (junio de 1943), Cáucaso (junio de 1944) y Báltico (agosto de 1944).
Respecto a la organización del Ejército, logró que Stalin volviese a instaurar los rangos en la oficialidad y el saludo militar, con lo que trató de mejorar el trato entre oficiales y soldados en el Ejército.

La postguerra

Después de la guerra, fue designado comandante del Ejército Soviético en Bielorrusia en marzo de 1946; en seguida comanda el del Sur de los Urales, en junio del mismo año y nuevamente, el de Bielorrusia en marzo de 1949. En 1960 fue designado inspector general del Ministerio de Defensa, un puesto prácticamente honorífico.
Timoshenko fue galardonado dos veces con el título de «héroe de la Unión Soviética» (en 1940 y 1965), al igual que con la Orden de la Victoria (en 1945). Obtuvo asimismo cinco veces la Orden de Lenin y en una ocasión, se le impuso la Orden de la Revolución de Octubre. Además, en tres oportunidades, recibió la Orden de Suvórov.
Falleció en 1970, y sus restos fueron sepultados en la Necrópolis de la Muralla del Kremlin de Moscú.
Semión Timoshenko aparece mencionado por Primo Levi en su libro autobiográfico La tregua. Timoshenko aparece para visitar a los supervivientes de Auschwitz en Starye Dorogi e informarles de que pronto serían repatriados. Levi lo describe como "un hombre altísimo, corpulento, rubicundo [···] un mariscal".

Continuación


Comentarios

  1. la máxima condecoración de la segunda guerra mundial y antigua unión soviética.

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