Mon (Emblema japonés) a


Esteban Aguilar Orellana ; Giovani Barbatos Epple.; Ismael Barrenechea Samaniego ; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; -Rafael Díaz del Río Martí ; Alfredo Francisco Eloy Barra ; Rodrigo Farias Picon; Anllela Hormazabal Moya ; Patricio Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda; Jaime Jamet Rojas ; Gustavo Morales Guajardo ; Francisco Moreno Gallardo ; Boris Ormeño Rojas; José Oyarzún Villa ; Rodrigo Palacios Marambio; Demetrio Protopsaltis Palma ; Cristian Quezada Moreno ; Edison Reyes Aramburu ; Rodrigo Rivera Hernández; Jorge Rojas Bustos ; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba ; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala ; Marcelo Yañez Garin; Ana Karina Gonzalez Huenchuñir; Alamiro Fernandez Acevedo; Francia Carolina Vera Valdes; Tatiana Flor Maulén Escobar; Raúl Meza Rodríguez; 



Introducción 

Se denomina mon (紋mon'?), monshō (紋章monshō'?), mondokoro (紋所mondokoro'?), o kamon (家紋kamon'?), a las insignias de los diversos clanes que existieron durante el periodo feudal de Japón.

Corresponden a símbolos, en su mayoría, redondos, con diseños estilizados de flores, pájaros, plantas, fenómenos de la naturaleza, hasta flechas, que representan “la marca registrada” de una familia. Tales diseños están íntimamente ligados a la historia y la filosofía de los antepasados. Se estima que hoy en día existen más de 20 000 tipos de kamon.
El origen de la heráldica o emblema japonés se remonta a la era Heian (794-1192) cuando era simplemente usado para distinguir las carrozas de bueyes de los nobles. Poco después el símbolo fue utilizado en diversas pertenencias.
Más tarde, en la era Kamakura (1192-1333), el kamon apareció en las banderas y estandartes que llevaban los samuráis cuando luchaban en masa y aparecían montados a caballo. En el campo de batalla, los diferentes emblemas servían para distinguir a ambos bandos. Los emblemas de guerra eran más simples en comparación con los de casa pues debían ser reconocidos desde lejos.






El emblema (mon) del clan Shimazu



El clan Shimazu (島津?) se refiere al nombre del clan de los daimyō de la región (han) de Satsuma, que se extendió por las provincias japonesas de Satsuma, Ōsumi y Hyūga.

Historia

El clan Shimazu fue fundado por Koremune Tadahisa (1179-1227), a quien se le concede el shôen -dominio- Shimazu en 1185, y decide tomar el nombre de Shimazu Tadahisa. Recibió el dominio de Shioda en la provincia de Shinano en 1186 y fue nombrado shugo -protector- de la provincia de Satsuma. Fue también nombrado shugo del sur de Kyushu por Minamoto no Yoritomo en 1187. Envió a Honda Sadachika a tomar posesión de la provincia de Satsuma en su nombre y acompañó a Yoritomo en su expedición a Mutsu en 1189. Regresó a Satsuma en 1196 y sometió las provincias de Hyuga y Osumi, construyendo un castillo en Hyuga. 
Se creyó en tiempos que Shimazu Tadahisa era un hijo ilegítimo de Yoritomo con la hermana de Hiki Yoshikazu, una historia que fue abandonada casi por completo a finales del Periodo Edo. La esposa de Tadahisa era hija de Koremune Hironobu, descendiente del clan Hata, cuyo nombre tomó Tadahisa entes de cambiarlo definitivamente a Shimazu. El Shimazu shôen del que el clan toma su nombre había sido establecido por Taira no Suemoto en el siglo XI y había crecido hasta abarcar hasta la mitad del territorio de las provincias de Satsuma, Ôsumi y Hyûga.

 La hacienda le fue quitada a los Taira y entregada por Yoritomo a Shimazu, quien también se convirtió en shugo -protector y gobernador- de ese territorio; aunque originalmente fue nombrado daikan -magistrado- para administrar este territorio para ellos, tras las Invasiones de los Mongoles, los Shimazu, como muchos otros clanes, se trasladaron de Kamakura a Kyushu, donde comenzaron a ejercer un control más directo sobre sus propiedades. Combatiendo política y militarmente a sus rivales, los Shimazu comenzaron a consolidar su poder en el sur de Kyushu. Los Shimazu pierden el control de Ûsumi y Hyûga en las guerras contra el clan Hiki, recuperándolos bajo el mando de Shimazu Motohisa (1363-1411).

 Mientras tanto, el clan mismo se dividió en dos facciones contendientes después de la muerte de Shimazu Sadahisa (1269-1363), con el tercer hijo de Sadahisa Shimazu Morohisa convirtiéndose en shugo de Satsuma y liderando la rama de Sôshû, mientras que el cuarto hijo, Shimazu Ujihisa, se convirtió en shugo de Ôsumi y líder de la rama Ôshû de la familia. 

Ambas familias lucharon por la Corte del Norte en las guerras del Período Nanbokuchô, contra Imagawa Ryôshun, que era el tandai -representante gubernamental- de Kyûshû y los clanes Kimotsuki, Nejime, Taniyama e Ijûin. A pesar de la caída de la Corte del Sur en 1371, el Shimazu regresó más adelante al lado de la Corte del Norte y luchó brevemente (hacia 1380) junto a Imagawa Ryôshun contra la Corte del Sur; sin embargo, cuando fueron traicionados por Imagawa en el incidente de Mizushima, vlviern a separarse de él, y las dos rama se unieron en oposición a Imagawa hasta que este último fue despedido de su puesto como tandai de Kyûshû en 1395

. Las dos ramas se volvieron una contra otra y la rama de Ôshû, con base en la provincia de Ôumi, se expandió gradualmente dentro de Satsuma, hasta que la rama de Sôshû finalmente finalizó con el suicidio de Shimazu Hisamori en 1430 en el castillo de Takamitsu. La rama Ôshû pasó entonces a convertirse en la línea principal del clan, y reunió a las tres provincias bajo su gobierno. Durante todo este período, los Shimazu mantuvieron las prácticas de los samurai de élite, como banquetes al estilo del Período Kamakura (1192–1333), expresando su orgullo y completa adherencia a la tradición, incluso cuando las prácticas cambiaron en el resto del archipiélago. Sin embargo, también mantuvieron conexiones con los nuevos avances culturales, a pesar de su remota ubicación geográfica, a través de las conexiones con la familia Konoe y otras, incluso cuando Kioto cayó en el caos.

 La muerte de Shimazu Tatsuhisa en 1474 condujo a un aumento de las tensiones y el conflicto entre dos facciones del clan lideradas respectivamente por Shimazu Kunihisa y Shimazu Suehisa y, en 1484, la guerra abierta estalló en el sur de Kyushu, a la vez que los conflictos entre Isaku Hisatoshi y Niiro Tadatsugu. Kimotsuki Kanehisa también se levantará en rebelión en 1506, empujando a Shimazu Tadamasa, líder de clan en ese momento, a tomar la decisión de suicidarse al año siguiente. Comenzando 1550, Shimazu Takahisa, junto con sus hijos Yoshihisa y Yoshihiro, ampliaron los dominios del clan considerablemente. 

En 1574, se había asegurado el control de la provincia de Satsuma al derrotar a los clanes Shibuya y Hishigari, y la provincia Ôsumi al derrotar a los clanes Kimotsuki, Kamo e Ijichi. También derrotaron al clan Itô en 1577 para reclamar el control sobre ciertas zonas de la provincia de Hyûga y a Ôtomo Sôrin al año siguiente, en la batalla de Mimigawa. En 1586, Yoshihisa dirigió sus fuerzas contra los Ôtomo en la provincia de Bungo, mientras que Yoshihiro atacó a Bungo en la provincia de Higo, y su hermano menor Shimazu Iehisa se trasladó desde Hyûga. Rápidamente aislaron a los vasallos de Ôtomo y, en poco tiempo, se apoderaron de la mayor parte -si no de todo- del territorio Ôtomo. Incluso derrotaron a una fuerza aliada de las fuerzas Ôtomo y Toyotomi para seguir avanzando después de la batalla de Hetsugigawa.

 Los Shimazu también derrotaron a Sagara Giyô y Ryûzôji Takanobu de las provincias de Higo y Hizen, y se expandieron al norte de Kyushu, pero comenzaron a encontrarse excesivamente estirados, física y financieramente, de modo que en 1587 Toyotomi Hideyoshi comenzó a desafiarlos por el control de Kyushu. Antes de que los Shimazu pudieran completar su conquista de la isla, comenzaron a sufrir derrotas, y la Campaña de Kyushu de Hideyoshi terminó con él asegurando el control de toda la isla. Preparando banquetes para Hideyoshi, y recibiéndolo o entreteniéndolo de otras maneras, los Shimazu a pesar de su orgullo por mantener las tradiciones samuráis más antiguas, se vieron obligados más que nunca a adoptar y practicar lasnuevas formas de los samuráis de élite. Aunque oficialmente estaban aliados con el Ejército Occidental en la Batalla de Sekigahara (1600) contra Tokugawa Ieyasu, ni Shimazu Iehisa (Tadatsune) ni su hermano Shimazu Yoshihisa contribuyeron realmente en la batalla. Como resultado, y probablemente debido a la gran potencia de la casa de Shimazu y a la remota ubicación de sus posesiones, Ieyasu les permitió retener sus territorios bajo la recién establecida hegemonía Tokugawa. 

Los líderes Shimazu se reunieron con Ieyasu en el castillo de Fushimi en 1602, reafirmando su lealtad y siendo confirmados en sus posesiones a cambio; Tadatsune (Iehisa) y Yoshihisa se reunieron con Ieyasu e Hidetada en Fushimi en 1605 para proclamar formalmente su lealtad a Hidetada. También fueron recibidos en audiencia por Hidetada en el castillo Edo en 1607, para reafirmar su lealtad una vez más y marcar el comienzo de un patrón regular de viajes regulares a Edo como asistentes del Shogun, varios años antes de que fuera declarado obligatorio para un subconjunto más amplio de daimyôs principales.

 El decimonoveno líder, Yoshihiro (1535-1619), era el daimyo en el momento de la Batalla de Sekigahara, el establecimiento del Shogunato de Tokugawa y el Asedio de Osaka (1615). Su sucesor fue su sobrino Shimazu Tadatsune. Durante las dos primeras décadas del siglo XVII, tuvo gran influencia y organizó la invasión de Reino de Ryukyu (la actual región de Okinawa) en 1609. Tokugawa lo permitió como compensación por abstenerse en Sekigahara y para evitar un posible levantamiento. Los beneficios comerciales así adquiridos y el prestigio político de ser la única familia en controlar todo un país extranjero aseguraron la posición del clan como uno de los más poderosos de Japón, controlando el han -dominio- de Satsuma, con un kokudaka (ingresos) de 770.000 koku, el segundo más grande de todos los dominios.

 El clan Shimazu del periodo Sengoku era famoso por la lealtad de sus funcionarios y oficiales. Algunas familias servidoras, como los Ijuin y los Shirakawa, estaban fírmemente decididas a derrotar cualquier oposición para ayudar a expandir el poder del clan Shimazu. Las otras grandes familias vasallas de los Shimazu eran las de Niiro, Hokugo, Machida, Kawakami, Ata y Kajiki. Los Shimazu también son famosos por ser los primeros en usar armas de fuego (arcabuces) en los campos de batalla japoneses, y comenzaron la producción nacional de estas armas también. Se sabe que las tácticas de batalla de los Shimazu tuvieron mucho éxito contra ejércitos enemigos más grandes, particularmente durante su campaña para conquistar Kyoshu en la década de 1580. Su táctica más conocida consistía en atraer al enemigo a una emboscada, siendo atacado por tropas armadas con arcabuces en ambos flancos, creando pánico y desorden.

 Las fuerzas centrales se desplegarían para derrotar al enemigo. De esta manera, los Shimazu fueron capaces de derrotar a clanes más poderosos como los de Ito, Ryuzuji y Otomo. En general, el Shimazu era un clan muy grande y poderoso gracias a su fuerte economía, tanto de producción nacional como a través del comercio, la buena organización de gobierno y las tropas, la inquebrantable lealtad de sus familias vasallas y el aislamiento de la isla de Kyûshû con Honsho.

Cualidades y fortalezas

El clan Shimazu es renombrado por la lealtad de sus siervos y oficiales, especialmente durante la era Sengoku. Algunos clanes bajo su dominio, tales como los clanes Ijuin y Shirakawa, tenían una gran determinación en vencer toda oposición a los planes de expansión del clan Shimazu. Los Shimazu fueron también famosos por ser los primeros en utilizar armas de fuego (arcabuces) en confrontaciones en Japón y también por comenzar la construcción en Japón de dichas armas. 

Se sabe que las tácticas de batalla Shimazu fueron muy efectivas permitiendo infligir serias derrotas a ejércitos más numerosos, particularmente durante la campaña para conquistar Kyūshū en la década de 1580. Sus tácticas incluían el atraer al enemigo a emboscadas desde ambos flancos por tropas armadas de arcabuces, lo cual creaba gran pánico y confusión en el enemigo. A continuación se producía un ataque de fuerzas por el centro que asolaban a las tropas enemigas. De esta manera, el clan Shimazu fue capaz de vencer a clanes mucho más grandes tales como los clanes Itō, Ryūzōji y Ōtomo.

En síntesis, el clan Shimazu fue un clan grande y sumamente poderoso gracias a: su robusta economía tanto en lo que se refiere a producción doméstica como en actividades comerciales, su buena organización en cuanto al gobierno y manejo de las tropas, gran lealtad de sus siervos y clanes bajo su dominio y su aislación de Honshū.

El trigésimo primer jefe del clan Shimazu, Hisamitsu (1817–1887) era el daimyō de Satsuma cuando tuvo lugar la guerra Boshin y la restauración Meiji, en la cual Satsuma jugó un rol importante.



Bandera


El dominio de Satsuma (薩摩藩 Satsuma-han) fue uno de los feudos más poderosos durante el Japón del shogunato Tokugawa, y tuvo un papel importante durante la Restauración Meiji y en el posterior gobierno Meiji.

Fue controlado durante el período Edo por el Tozama daimyō clan Shimazu, y su territorio se expandía por las provincias de Satsuma, Osumi y el sudoeste de Hyuga en la isla de Kyūshū, teniendo también al Reino de Ryukyu como un estado vasallo. El territorio abarca actualmente la prefectura de Kagoshima y parte de la prefectura de Miyazaki.

Conocido oficialmente como Dominio de Kagoshima (鹿児島藩 Kagoshima-han?), su capital estaba ubicada en el Castillo Kagoshima, en la ciudad de Kagoshima. Su kokudaka, medida oficial de la producción del dominio, por ende medía la riqueza y poder del estado, estuvo en unos 770.00 koku aproximadamente en gran parte del período, siendo el segundo más alto del país, por detrás del Dominio de Kaga. A pesar de ser derrotados y forzados a replegarse a Satsuma por Toyotomi Hideyoshi tras su campaña de Kyūshū en 1587, siguieron siendo uno de los clanes más poderosos del archipiélago.



Historia

El clan Shimazu controló la provincia de Satsuma desde aproximadamente cuatro siglos antes del inicio de la Periodo Edo, y el establecimiento del sistema de los Han, y para finales del siglo XVI controlaban práctimanete la totalidad de Kyūshū. El clan Shimazu luchó en la decisiva batalla de Sekigahara, librada en 1600 y que pondría fin al Periodo Sengoku, y a pesar de sus enormes pérdidas, Shimazu Yoshihiro logró regresar a Kagoshima, y pese a su condición de derrotado, el ascenso al poder de Tokugawa Ieyasu no afectó a su posición. Mientras fueron muchos los clanes que lucharon y perdieron en Sekigahara, los Shimazu fueron uno de los pocos que, de manera individual, poseían la fuerza militar suficiente para resistir contra los ejércitos del shogun, de haber visto su territorio invadido. A diferencia de muchos clanes que vieron como se les asignaba y se les quitaba han a lo largo del Periodo Edo, el clan Shimazu mantuvo su territorio intacto, y además con un gran nivel de autonomía.

Ryukyu

En 1609, el clan Shimazu solicitó autorización al shogunato para invadir el Reino de Ryūkyū , al sur de sus territorios. Tras una breve campaña que encontró poca resistencia, Satsuma anexionó varias islas de Ryūkyū a su han, y reivindicó al Reino de Ryūkyū como un estado vasallo. Durante el resto del Periodo Edo, Satsuma exigió tributos a Ryūkyū, influyó en su política y dominó su comercio. Cuando se estableció a mediados del siglo XVII el Sakoku, una estricta prohibición marítima sobre todo Japón, la capacidad del dominio de Satsuma de importar bienes chinos e información a través de Ryūkyū les otorgó un rol único e importantísimo dentro de los marcos políticos y económicos del shogunato Tokugawa. El grado de beneficios económicos que disfrutó Satsuma, y el grado de opresión a la que sometió al reino de Ryūkyū siguen siendo temas de debate hoy en día, pero el prestigio político y el nivel de influencia que logró con ello está fuera de toda duda. 
El clan Shimazu continuó enfatizando los esfuerzos para asegurar su posición como único dominio feudal con un reino extranjero como vasallo, y trataron en numerosas ocasiones de elevar su rango en la corte para mantener su nivel de poder y prestigio a los ojos de Ryūkyū.

Periodo Edo

Aunque no era el dominio más acaudalado en términos del kokudaka, Satsuma permaneció como uno de los dominios más ricos y poderosos durante todo el Periodo Edo. Esto no solo fue gracias a sus conexiones con Ryūkyū, sino también al tamaño y productividad de la provincia de Satsuma, además de a su gran distancia con Edo, y por tanto, con los ejércitos del Shogun. El clan Shimazu utilizó sus influencias para lograr del Shogun algunas expeciones especiales. Se les permitió saltarse el límite de un castillo por dominio, establecido por el Shogun para restringir el poder militar de los dominios feudales; formaron feudos dentro de su dominio, repartiendo castillos a sus vasallos, y administrando su dominio de una manera parecida a un shogunato en pequeña escala. 
También recibieron permisos excepcionales del shogunato en relación a la política del sankin kōtai, otra política establecida con el objetivo de restringir la riqueza y el poder de los daimyō. Esta política exigía a los señores feudales viajar a Edo al menos una vez al año, y pasar una porción del año en la capital, lejos de sus dominios. A los Shimazu se les permitió viajar tan solo una vez cada dos años. Todas estas concesiones permitieron a Satsuma ganar mucho más poder y riqueza que el resto de dominios.

Aunque ligeramente opuestos al shogunato, Satsuma fue seguramente uno de los dominios que hizo cumplir las políticas particulares de una manera más estricta. Los misioneros cristianos eran vistos como una amenaza al poder del daimyō, y a la paz y el orden del dominio; la prohibición del Cristianismo por parte del Shogun fue llevada a cabo en Satsuma de una manera mucho más brutal que en cualquiera de los otros dominios del archipiélago. La prohibición sobre el contrabando, sin embargo, no fue tan estrictamente llevada a cabo, y no de manera sorprendente, ya que sacaba muchos beneficios del comercio que realizaba en sus costas, alejado de las costas de Nagasaki, monopolizadas por el shogunato.
 A partir de 1830, Satsuma utilizó el comercio ilegal a través de Ryūkyū para reconstruir su economía, bajo supervisión de Zusho Hirosato.

Bakumatsu

El Daimyō de Satsuma a mediados del siglo XIX, Shimazu Nariakira, estaba muy interesado en el pensamiento y tecnología occidental, por lo que trató de abrir el país. Por aquel entonces, los contactos con occidentales aumentaron en gran medida, particularmente en Satsuma, con naves occidentales arribando a las costas de Ryūkyū no solo para comerciar, sino también para establecer relaciones diplomáticas formales. Buscando fortalecer su influencia en el shogunato, Nariakira preparó un matrimonio entre el Shogun Tokugawa Iesada y su hija adoptiva, Atsu-hime (posteriormente conocida como Tenshōin).

En 1854, durante el primer año del reinado de Iesada, el Comodoro Perry llegó a Japón y forzó el final del aislamiento internacional del país. Sin embargo, los tratados firmados entre Japón y las potencias extranjeras, en particular el Tratado Harris de 1858, ponía a Japón en una seria posición de desventaja. El mismo año morirían tanto Iesada como Nariakira. Shimazu Tadayoshi sería el sucesor en el clan Shimazu, pero al ser este todavía menor, el poder de regencia fue ostentado por su padre, Shimazu Hisamitsu.

Hisamitsu siguió una política de Unión entre el shogunato y la corte imperial (公武合体 Kōbu gattai?). El matrimonio entre Tokugawa Iemochi, el siguiente shogun, y la princesa imperial Kazunomiya fue un éxito rotundo para esta facción. Sin embargo, esto puso a Satsuma en una posición de desacuerdo con la política más radical de Venerar al Emperador, expulsar a los bárbaros (尊皇攘夷 Sonnō jōi?), con el Dominio de Chōshū como máximo seguidor.

En 1862, un inglés fue asesinado por siervos de Satsuma en lo que se conoce como Incidente de Namamugi, lo que tuvo como consecuencia el bombardeo punitivo de Kagoshima por parte de la Royal Navy en 1863. Aunque Satsuma era capaz de aguantar el ataque, esto mostró la imperante necesidad para Japón de importar tecnología occidental y reformar sus fuerzas armadas.

Mientras tanto, el centro neurálgico de la política japonesa había cambiado a Kyoto, donde sucedieron los acontecimientos más relevantes del momento. El shogunato confió a los dominios de Satsuma y Aizu la protección de la corte Imperial contra ataques de la facción Sonnō jōi, como la Rebelión Hamaguri de 1864. El shogunato castigó a Chōshū con la Primera Expedición a Chōshū, liderada por un siervo de Satsuma, Saigo Takamori. Sin embargo, Saigo prefirió evitar el conflicto militar, permitiendo a Chōshū resolver el asunto con el Seppuku de los tres responsables del ataque al palacio Imperial.

Cuando el shogunato decidió finalmente derrotar a Chōshū en una Segunda Expedición a Chōshū, el año siguiente, Satsuma, liderada por Saigo Takamori y Ōkubo Toshimichi, decidió cambiarse de bando. La Alianza Satchō entre Satsuma y Chōshū fue alcanzada con la mediación de Sakamoto Ryōma, del Dominio de Tosa y el daimyō de Fukuoka, Kuroda Nagahiro. Esta segunda expedición finalizó de manera desastrosa para el shogunato, siendo derrotado en el campo de batalla, y falleciendo el shogun Iemochi de enfermedad en su castillo de Osaka. Su sucesor, Tokugawa Yoshinobu, negoció un alto el fuego.

A pesar de los intentos del nuevo shogun por reformar el gobierno, se vio incapaz de contener los crecientes movimientos para derrocar el shogunato, y liderados por Satsuma y Chōshū. Incluso después de que abdicase y accediese a devolver el poder a la corte Imperial, ambos bandos se encontraron en la Batalla de Toba-Fushimi en 1868. El shogun, derrotado, huyó a Edo, donde Tenshōin fue una pieza clave para la rendición pacífica del castillo de Edo. La Guerra Boshin continuó hasta que las últimas fuerzas del shogunato fueron derrotadas en 1869.

Periodo Meiji
Shimazu Tadayoshi, duodécimo y
 último daimyō del dominio de Satusuma.


El Gobierno Meiji, establecido tras la victoria de la facción imperial en la Guerra Boshin, estuvo dominado por políticos de Satsuma y Chōshū. Aunque la clase samurai, el sistema de dominios, y muchas de las estructuras político-sociales que rodeaban a estos dos estamentos fueron abolidos en las reformas posteriores, figuras de estas dos áreas dominaron el Gobierno de Japón hasta la Primera Guerra Mundial.
Sin embargo, este periodo estuvo marcado por el creciente descontento de la antigua clase samurai, que desencadenó la Rebelión de Satsuma, liderada por Saigo Takamori en 1877.




Reino de Ryūkyū


El Reino de Ryūkyū (琉球王國 Rūchū ōkuku) fue un reino independiente que gobernó la mayoría de las Islas Ryūkyū (al sur de Japón) desde el siglo XIV al siglo XIX. Los reyes ryukyuenses unificaron la Isla de Okinawa y extendieron el reino a las Islas Amami (en la actual prefectura de Kagoshima) e Islas Yaeyama junto a Taiwán. A pesar de su pequeño tamaño, el reino jugó un papel central en las redes de comercio marítimo del este y del sureste de Asia en la época medieval.

Orígenes del reino

En el siglo XIV, varios pequeños dominios en la isla de Okinawa fueron unificados en tres regiones: Hokuzan (北山? Montaña Septentrional), Chūzan (中山? Montaña Central) y Nanzan (南山? Montaña Meridional). Estos eran conocidos como los Tres Reinos; era el período Sanzan (三山, Tres Montañas).[cita requerida] Hokuzan, que constituía la mayor parte de la mitad norte de la isla, era la mayor en superficie, y militarmente poderosa, pero la más débil económicamente de las tres. Nanzan comprendía la porción sur de la isla. Chūzan quedaba en el centro de la isla, y era la más fuerte en términos económicos. Su capital política era Shuri, vecina al gran puerto de comercio de Naha y al tradicional centro de aprendizaje chino, Kumemura. Estos lugares, y Chūzan en su totalidad, seguirían formando el centro de Reino Ryūkyū hasta su caída.
Estas tres regiones, o federaciones tribales, dirigidas por caciques, batallaron, saliendo victoriosa Chūzan, y siendo sus líderes reconocidos oficialmente por China como reyes de derecho sobre los de Nanzan y Hokuzan, dando así una enorme legitimación a los que proclamaban dicho derecho, si bien no la victoria directa. El gobernador de Chūzan pasó su trono al rey Hashi; Hashi conquistó Hokuzan en 1416 y Nanzan en 1429, unificando la isla de Okinawa por primera vez, y fundando la primera dinastía Shō. Hashi recibió el sobrenombre Shang por parte del emperador Ming en 1421, llegando a ser conocido como Shang Bazhi (尚巴志).
Shang Bazhi adoptó el sistema jerárquico de la corte china, construyó el Castillo de Shuri y su ciudad como la capital, así como el puerto de Naha. En 1469, el rey Shō Toku murió sin heredero varón; un sirviente palatino declaró ser el hijo adaptado de Toku y logró la investidura china. Este pretendiente, Shō En, empezó la Segunda Dinastía Shō. La edad dorada de Ryūkyū tuvo lugar durante el reinado de Shō Shin, el segundo rey de esa dinastía. que reinó de 1478 a 1526.
El reino extendió su autoridad sobre las islas meridionales del archipiélago Ryūkyū alrededor del final del siglo XV, y sobre 1571, hasta las islas Amami Ōshima, (al norte, cerca de Kyūshū), islas que se incorporaron al reino junto a1​ Matsuda. Mientras en las islas Amami-Ōshima el sistema político del reino era adoptado y la autoridad de Shuri era reconocida, la autoridad real sobre las islas Sakishima, al sur, se mantuvo durante siglos a un nivel de relación de tributaje.

Edad dorada del comercio marítimo

Por cerca de 200 años, el reino Ryūkyū figuraría como elemento clave en el comercio marítimo con Asia Suroriental y Oriental.2​ Para las actividades marítimas del reino era importante la relación de tributaje hacia la Dinastía Ming, relación comenzada por Chūzan en 1372,​ y disfrutada por los tres reinos Okinawanos precedentes. China proveía de barcos a Ryūkyū para sus actividades comerciales,​ permitía a un número limitado de ryukyuenses estudiar en la Academia Imperial en Pekín, y reconocía formalmente la autoridad del rey de Chūzan, permitiendo al reino comerciar oficialmente en los puertos Ming. Los barcos ryukyuenses, de este modo, comerciaban en puertos por toda la región, haciendo escala en puertos en Corea, China, Siam, Malaca, el Java, el Sumatra, la Annam (Vietnam), el Pattani, y Palembang, entre otros de la región.

Productos japoneses -plata, espadas, abanicos, laca, biombos- y chinos -hierbas medicinales, monedas mentoladas, cerámicas, brocado, textiles- eran intercambiados por productos de Asia Suroriental -madera de sampán, cuerno de rinoceronte, latón, azúcar, hierro, ámbar gris, marfil indio e incienso árabe. Asimismo, 150 viajes entre el reino y Asia del Sureste en barcos ryukyuenses fueron anotados en el Rekidai Hōan, un registro oficial de documentos diplomáticos recogidos por el reino, habiendo tenido lugar entre 1424 y 1630, con 61 de ellos dirigidos a Siam, 10 a Malacca, 10 a Pattani y 8 a Java, entre otros.
La política china del Haijin (海禁, "prohibiciones del mar"), que limitaba el comercio con China a los estados tributarios y a aquellos con autorización formal, junto al trato preferencial dado a Ryūkyū por parte de la corte Ming, facilitó al reino florecer y prosperar durante aproximadamente 150 años.6​ En el tardío siglo XVI, en cambio, la prosperidad comercial del reino cayó en declive. La amenaza de los wokou ("piratas japoneses") entre otros factores llevó a la pérdida gradual del trato preferente a China;​ el reino también sufrió la competencia europea en el comercio marítimo.

Invasión japonesa y subordinación


Alrededor de 1590, Toyotomi Hideyoshi pidió al reino Ryūkyū ayuda en su campaña para conquistar Corea. Si tuviese éxito, Hideyoshi intentaría entonces ir contra China. Como el Reino Ryūkyū era un estado tributario de la dinastía Ming, la proposición fue rechazada. El Shogunato Tokugawa que siguió a la caída de Hideyoshi autorizó a la familia Shimazu—daimyo del han Satsuma (moderna prefectura de Kagoshima)— para mandar una fuerza expedicionaria a conquistar a los Ryūkyūs. La subsecuente invasión de Ryukyu tuvo lugar en 1609.
La ocupación se efectuó con rapidez, con una resistencia armada mínima, y el rey Shō Nei fue tomado como prisionero y llevado al domino de los Satsuma, y más tarde a Edo, la moderna Tokio. Cuando fue liberado dos años más tarde, el reino Ryūkyū recuperó un grado de autonomía; sin embargo, Satsuma se hizo con el control de algo del territorio del reino Ryūkyū, principalmente las islas Amami-Ōshima, que fueron incorporadas al dominio Satsuma y, a día de hoy, continúan siendo parte de la prefectura de Kagoshima, y no de la de Okinawa.
El reino Ryūkyū se encontraba en un período de subordinación dual a Japón y China, dado que las relaciones ryukyuenses eran mantenidas tanto con el shogunato Tokugawa como con la dinastía Ming. Desde que China prohibió el comercio con Japón, el dominio Satsuma, con la bendición del bakufu (shogunato) Tokugawa, utilizó las relaciones comerciales tradicionales del reino Ryūkyū para continuar manteniendo relaciones comerciales con China a través de él. Considerando que Japón había entablado previamente lazos con la mayor parte de los países europeos excepto con la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, dichas relaciones comerciales mostraron ser cruciales para el bakufu Tokugawa y el han Satsuma, que usarían el poder e influencia así ganados para ayudar a derrocar al shogunato en la década de 1860.
El reino de Ryūkyū era vasallo del daimyo Satsuma, pero estas tierras no eran consideradas parte de ninguna división administrativa o han: hasta la anexión oficial de las islas y la abolición del reino en 1879, los ryukyuenses no fueron considerados japoneses. Aunque técnicamente bajo el control de Satsuma, a Ryūkyū se le dio un alto grado de autonomía, para mejor servir a los intereses del daimyo Satsuma y los del shogunato, comerciando con China. Ryūkyū era un estado tributario de China, y dado que Japón no tenía relaciones diplomáticas oficiales con China, era esencial que Pekín no se diese cuenta de que Ryūkyū era controlado por Japón. De este modo, irónicamente, Satsuma -y el shogunato— estaba obligado a mantener las manos fuera de cualquier acción relativa a ocupar visible o violentamente Ryūkyū, o a controlar sus leyes o políticas.
La situación beneficiaba a las tres partes -el Gobierno Real ryukyuense, el daimyo Satsuma, y el shogunato Tokugawa- lo suficiente como para que interesara mantener a Ryūkyū como una nación tan extranjera e independiente como fuese posible. A los japoneses les estaba prohibido visitar Ryūkyū sin un permiso del shogun, y a los ryukyuenses les estaba prohibido adoptar nombres, atuendos o usos japoneses. Incluso se les prohibía mostrar su conocimiento del idioma japonés en sus viajes a Edo; la familia Shimazu, del daimyo de Satsuma, logró un gran prestigio montando un espectáculo con un desfile del rey, sus oficiales y otra gente de Ryūkyu atravesando la ciudad de Edo. Como el único han que tenía un rey y todo un reino como vasallo, Satsuma aprovechó la exoticidad de Ryūkyū, reforzada por el hecho de ser un reino separado.


Cuando el comodoro Matthew Calbraith Perry navegó hasta Japón para abrir relaciones comerciales con los Estados Unidos en la década de 1850, paró primero en Ryūkyū, como muchos marinos occidentales antes que él, y forzó al reino Ryūkyū a firmar tratados desiguales lo que abrió a los ryukyuenses al comercio estadounidense. Desde allí, continuó hasta Edo.
Tras la revolución Meiji, el Gobierno meiji japonés abolió el reino Ryūkyū, anexionando oficialmente las islas a Japón como la prefectura de Okinawa el 11 de marzo de 1879.[cita requerida] El archipiélago Amami-Ōshima, integrado en el dominio Satsuma, se convirtió en parte de la prefectura de Kagoshima. El rey Shō Tai, el último rey ryukyuense, se mudó a Tokio y fue investido Marqués (ver kazoku), como otros muchos aristócratas japoneses, y murió allí en 1901.

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